El dinero y las balas, lenguajes de poder en Áncash
Creado el Lunes, 15 de Julio del 2013 06:45:51 pm
Ya no podemos seguir esperando esas voces. Tenemos que salir a decir algo quienes queremos que esto de una vez termine. Así nos tiemble el pulso o la voz al momento en que expresemos esa verdad que el corrupto quiere ocultar y que nos libera del dedo acusador de nuestra propia conciencia.
Responsabilizo al ministro del interior, Wilfredo Pedraza, de lo que les pueda pasar a quienes decimos ¡basta! a tanta matanza y corrupción en Áncash. Exijo la presencia de Ollanta Humala en Chimbote para que, desde esta ciudad desangrada por las balas corruptas, emplace al Fiscal de la Nación y le pida que dé un paso al costado, en su calidad de presidente de todos los peruanos y en nombre de ciudadanos a los que se nos quiere implantar el imperio del terror y alejarnos de la democracia mediante la reelección de un gobierno regional abusivo, prepotente y con una gestión plagada de irregularidades y denuncias.
No hay crimen perfecto, lo que hay son encubridores y cómplices en la misma Policía Nacional, Ministerio Público y Poder Judicial. Eso explica los numerosos asesinatos sin aclarar, los actos corruptos denunciados y que, por la manera tan escandalosa en la que son archivados, forman parte de la vitrina de vergüenza que exhibe Áncash con torpes o arregladas investigaciones policiales, y con resoluciones que son negociadas a pedido y medida de los billetes que tengan en frente quienes lucran con la administración de justicia en nuestra región.
Pongo el pecho, en memoria de mi padre, por el orgullo de ser periodista consecuente con el drama que vive su pueblo y por tener la oportunidad de demostrar mi dignidad como arma contra el miedo. Y sé que muchos hacen y harán lo mismo. No vamos a renunciar a la defensa de lo que nos pertenece, a desterrar el abuso como práctica de gobiernos improvisados que vieron a un pueblo abandonado por su sociedad civil e instalaron el miedo, la coima y la violencia como armas para doblegar voluntades.
El mensaje asesino de las balas que envía la corrupción no podrá apartar nuestros ojos de las ilegales invasiones que promueven en el sur y que buscan réditos electorales, de las obras de cemento de insignificancia para nuestro desarrollo pero de proporciones escandalosas como despilfarro de recursos, del descuartizamiento irresponsable de las áreas intangibles de nuestro proyecto agroindustrial Chinecas, del abandono total de nuestro puerto y la renuncia a verlo convertirlo en polo de desarrollo, de la irregular conducta del fiscal Farro y su desesperación por archivar el caso “La Centralita”, de las manos protectoras extendidas desde los más altos niveles del Poder Judicial y Ministerio Público para blindar de impunidad y archivar inexplicablemente casi todas las denuncias en contra del gobierno regional de Áncash.
Me solidarizo con quienes vienen recibiendo amenazas de muerte. Hoy, más que nunca, Chimbote y Áncash precisan de sus elementos valientes.
César Córdova Ponce
Director de la revista La Voz del Pescador
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