Creado el Lunes, 12 de Agosto del 2013 08:01:56 pm

Su visita al Congreso de la República y el llamado que han hecho al sector político local buscando ampliar su base representativa, deben merecer una actitud reflexiva de los líderes y encargados de dirigir los distintos movimientos y partidos políticos en nuestra región, porque el escenario preelectoral que estamos observando, otorga todas las posibilidades de triunfo a las pretensiones de una segunda reelección de César Álvarez.

La clave de su éxito electoral la han centrado en los miles de comandos que han invadido ilegalmente Nuevo Chimbote y otros miles que están logrando captar con la promesa de vivienda, desconociendo competencias del gobierno distrital, el uso responsable de los recursos del gobierno regional, y fomentando la informalidad, el caos y el desorden urbano en ese pujante distrito del sur.

La tarea política que cabe realizar, por consiguiente y en mi modesta opinión, es frenar esta abusiva conducta del presidente regional que le otorga demasiadas ventajas tras su objetivo electoral, ya que cuenta, además, con la ayuda de los congresistas Heriberto Benítez y Víctor Crisólogo, del silencio de María Magdalena López y Fredy Otárola, del apoyo del alcalde provincial del Santa Luis Arroyo Rojas, y con la única resistencia del alcalde de Nuevo Chimbote, Francisco Gasco, y del congresista Modesto Julca.

Por otro lado, Francisco Gasco se ganó las iras del presidente regional al haber llegado al sillón municipal con los colores amarillos de “Cuenta Conmigo” y renunciar luego a sus filas para acercarse al partido de gobierno. Lamentablemente, las buenas relaciones con el nacionalismo tuvieron corta duración, porque Ollanta Humala cedió ante el enorme poder desplegado por César Álvarez para apurar su rompimiento.

Estas movidas políticas y afanes electorales deben encontrar una respuesta estratégica de quienes ocupan el escenario político local. Una lógica reacción es apoyar a la autoridad distrital de Nuevo Chimbote. No por tratarse de Francisco Gasco, cuya gestión genera naturales discrepancias y cuestionamientos, sino por el respeto a un nivel de gobierno y a sus competencias y responsabilidades, que están siendo rebasadas abusivamente por César Álvarez. No se puede reemplazar el desarrollo urbano de Nuevo Chimbote, en forma ordenada y siguiendo el plan director de su respectiva municipalidad distrital, por la invasión ilegal y el peligro de la creación de mafias de traficantes de terrenos, bajo el amparo del presidente regional de Áncash, del alcalde provincial del Santa y de congresistas ancashinos sometidos al poder.

No se debe permitir que los recursos de la región lleven la mancha de su injerencia abusiva y prepotente. ¿Por qué se tienen que destinar 42 millones de soles en construir una base aérea a cambio de que la Fuerza Aérea del Perú transfiera 416 hectáreas a la asociación de vivienda “La Tierra Prometida”, que la maneja el escudero legal del gobierno regional y candidato comando, con fines netamente electorales?

El escenario actual no garantiza una competencia electoral democrática, por lo que los partidos y movimientos políticos tienen la inmediata tarea de quitarle las abusivas ventajas que están obteniendo los comandos en Nuevo Chimbote, con las solitarias reacciones de Francisco Gasco y Modesto Julca. Hay que ir en su ayuda, no solo por ellos, sino por encontrar igualdad de condiciones en el escenario electoral.

César Córdova Ponce

Director de la revista La Voz del Pescador

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