Cambios de conducta financiera
Creado el Martes, 15 de Octubre del 2013 06:56:58 pm
La presente década nos encuentra con una economía fortalecida cuya tasa de inflación es baja y con promedios que oscilan el 2% anual; con una abultada Reserva Internacional Neta (RIN) que bordea los 67 mil millones de dólares, con superávit fiscal y garantizando la disciplina en el gasto, entre otros factores más. Asimismo, los diversos gobiernos de turno han reforzado las líneas macroeconómicas aprovechando una de las ventajas más influyentes que tiene la globalización como es el Tratado de Libre Comercio; por eso, nuestro país tiene firmado varios TLC con diversos países del mundo.
Este nuevo escenario económico ha permitido que se modernice el sistema financiero, promoviendo el ingreso de otros agentes económicos en el competitivo mercado del sector bancario, seguros y fondos mutuos. Pero también ha traído cambios en los patrones de conducta financiera para los ciudadanos de a pie.
Tradicionalmente siempre hemos estado acostumbrados a utilizar el dinero como medio de pago y para reservar valor. Sin embargo, actualmente tenemos la proliferación de tarjetas de crédito que nos permite también realizar transacciones comerciales y hasta contar con dinero en efectivo sin necesidad de tener una autorización previa por parte del sectorista de una entidad financiera. Esta modernidad, que ha incorporado al mundo financiero el uso de tarjetas, más conocida como “dinero plástico”, en muchos casos ciertamente nos facilita la vida, eleva nuestro estatus social, pero su costo por usarlo, reflejado en la tasa de interés que pagamos, es sumamente elevado en comparación a otras líneas de crédito.
No solo los bancos están otorgando las tarjetas de crédito, también lo hacen las grandes tiendas comerciales tales como Saga Falabella, Ripley, Plaza Vea, etc., con el propósito de conformar un demanda potencial para sus actividades comerciales. Hoy resulta necesario tener conocimientos y elevar nuestra cultura financiera. El requerimiento de las tarjetas de crédito aumenta considerablemente cada año, pero también lo hace la morosidad aunque todavía a menor velocidad.
El desconocimiento en el uso de las tarjetas de crédito y los patrones de consumo del ciudadano chimbotano les puede conducir a un futuro con poca disponibilidad de dinero. Es importante tener disciplina en el gasto.
Hoy cualquier ciudadano se enfrenta diariamente a diversas ofertas de servicios financieros, empezando por las tradicionales cuentas de ahorro y cuentas corrientes, para posteriormente pasar a la inversión de fondos mutuos, inversión en pólizas de seguros diversos con retornos, créditos para comprar vivienda, vehículos o dinero de libre disponibilidad, tarjetas de crédito, tarjetas de débito, pagarés, acciones de empresas, bonos soberanos del tesoro público, etc.
No cabe duda de que la oferta de servicios bancarios ha crecido considerablemente. A manera de recomendación, es bueno definir primero lo que deseamos hacer en el futuro para luego elegir el servicio financiero y la entidad adecuada. Por naturaleza el ser humano es consumista, por eso las decisiones deben ser tomadas dejando de lado las emociones.
Somos seres pensantes y debemos actuar con expectativas racionales para mantener en orden nuestras vidas. Vale mucho tener la confianza del sistema financiero, uno nunca sabe cuándo lo puede necesitar urgentemente. La honorabilidad financiera es un patrimonio que debemos cuidar y aprender a valorar.
Mg. Econ. Luis Luna Villarreal
Decano del Colegio de Economistas Áncash Costa
Las opiniones contenidas en los artículos publicados en la sección “LA COLUMNA DEL DÍA” son de estricta responsabilidad de sus autores.