Áncash: ¿hay camino apropiado?
Creado el Martes, 12 de Noviembre del 2013 07:00:34 pm
La primera alternativa evaluada fue solicitar un préstamo bancario. Toda entidad pública está facultada para tramitar préstamos al Banco de la Nación y su viabilidad depende de la aprobación de la Contraloría General de la República y del Ministerio de Economía y Finanzas, así como de ciertos requisitos tales como:
- Ofrecer de garantía de pago el ingreso por concepto de canon minero.
- Tienen como plazo de pago hasta que termine el periodo de gobierno por el cual la máxima autoridad fue elegida, o sea hasta el año 2014.
- El préstamo de dinero no procede para obras en ejecución, sino para financiar obras nuevas.
- Debe estar al día en los pagos de impuestos o tener vigente un refinanciamiento de sus deudas ante la Sunat.
- Aceptar la tasa de interés que le fije el banco, etc.
La segunda alternativa es el aporte económico proveniente del Gobierno Central. Esta alternativa tiene varias opciones.
- Que el Estado emita Bonos del Tesoro Público para venderlos a nivel nacional o internacional y el dinero destinarlo a los gobiernos regionales en calidad de préstamo, cuya devolución sería en varios años.
- Que el Estado Peruano destine al Gobierno Regional de Áncash parte de sus propios recursos económicos previa publicación de una norma legal. Para ello es necesario modificar el presupuesto nacional, a causa de un mayor ingreso o por el recorte de algunas metas que libere dinero.
- Que se anule o modifique la Ley del Gravamen Minero en el Congreso de la República. Sin embargo, su aplicación no es retroactiva. Por consiguiente, los 517 millones de soles le pertenecen al erario nacional, cuyo destino de gasto se encuentra especificado en el presupuesto del Gobierno Central para el año 2013.
Se dice que la política es el arte de lo posible y, en esa dirección, se tiene la opción de recibir un salvavidas económico para el Gobierno Regional de Áncash. En tanto no culmine el año fiscal 2013, existe la esperanza de recibir recursos económicos que le permitan sanear el déficit, retomar la ejecución de las obras paralizadas y evadir la sanción que faculta la ley de ejecución del gasto público para el año 2013. Este favor político algún día será devuelto.
A corto plazo, es factible encontrar la solución a partir de una decisión política. Sin embargo, el largo plazo sigue siendo incierto. No conocemos el monto real que se debe a las empresas constructoras que han paralizado las obras en ejecución, tampoco se conoce el número de contratos firmados para ejecutar obras que aún no se han iniciado; solo sabemos el caso del Hospital Ramos Guardia, de Huaraz, y el Hospital La Caleta, de Chimbote, cuyas primeras etapas bordean los 150 millones de soles. Si agregamos los proyectos de impacto regional archiconocidos y manoseados, como son el Proyecto Especial Chinecas, la modernización del puerto, el parque industrial, carreteras de penetración a la sierra, etc., podemos inferir que el desarrollo regional de Áncash no será financiado con nuestros propios recursos económicos, que apenas bordean los 300 millones de soles anuales para la ejecución de obras; salvo que queramos esperar aproximadamente 100 años para hacerlo realidad.
No solo necesitamos de aliado al gobierno nacional de turno, también requerimos dar señales claras de una eficiente gestión pública en el Gobierno Regional de Áncash para atraer la inversión privada y mostrar transparencia económica a través de la alternancia del poder. Lamentablemente cada vez nos encontramos más cerca de lo primero y más lejos de las dos últimas condiciones, avizorando un escenario de alta dependencia económica y política que se verá fortalecida con alianzas electorales para perpetuarse en el poder. El año 2014 será el año de la liberación o de la sumisión. Mediante su voto, el pueblo tiene la decisión final.
Mg. Econ. Luis Luna Villarreal
Decano del Colegio de Economistas Áncash Costa
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