La fe en medio de las pruebas
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:27:01 pm
Todos vivimos apresurados por el tic tac del reloj, y casi nadie repara en los detalles que Dios prepara para cada uno.
Jesús nos enseña la importancia del ayuno con sus acciones. Él lo hace y nos dice, con su vida, que también podemos hacerlo. No es la ausencia de los alimentos lo que nutre el espíritu, sino la forma con la que retribuimos al tan preciado regalo de la vida. El dominico, Fray Eduardo Pimentel Carranza, explica el trasfondo del ayuno.
Para la docente de Educación Religiosa, Delia Gómez, vivir la cuaresma es remontarnos al tiempo en el que Jesús se dispuso ayunar por un tiempo de cuarenta días, con la intención de acercarse más a su Padre. Pero hoy, también significa acercarse a la necesidad de muchos hermanos que, con su pobreza, nos enseñan a valorar todas las bendiciones de Dios y compartir con quien menos tiene.
Transmitir lo aprendido es una forma de vivir este tiempo de reflexión. Los niños tienen ese espíritu de bondad tan natural, que nos recuerda que es necesario amar como ellos y vivir con la sencillez que los caracteriza.
Jesús tuvo hambre en el desierto, al concluir el tiempo de ayuno. Así, también, pasamos por ese momento de provocaciones que tienen la clara intención de hacernos desistir de nuestros sueños, anhelos y de la fe. Responder con firmeza y tener la convicción de Cristo es la única manera que nos asegura el éxito.
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