EDITORIAL RSD | ¿Fraude? Sí, Keiko es un fraude
Creado el Domingo, 20 de Junio del 2021 12:48:30 pm
No reconocer su derrota –la tercera consecutiva– ha llevado a la candidata presidencial Keiko Fujimori hasta el paroxismo histérico, arrastrando a sus adláteres de Fuerza Popular al negacionismo más absurdo, a sus militantes y simpatizantes a actos de hostilización repudiables, a ciertos políticos a plantear públicamente la nulidad de la segunda vuelta, a un alto exmagistrado a interponer una demanda de amparo para lograr ese propósito, a decenas de militares retirados a hacer ruido de sables pidiendo un golpe de Estado contra Pedro Castillo si la autoridad electoral confirma su triunfo… y al país, hasta una tensa e innecesaria espera.
Frente a las denuncias del fujimorismo de un supuesto “fraude en mesa”, empapelando a los Jurados Electorales Especiales con solicitudes de nulidad de actas –incluso fuera de plazo– y al Jurado Nacional de Elecciones con apelaciones desesperadas, cada vez hay más evidencias de que no lo hubo. Y esas evidencias provienen de fuentes neutrales ajenas al sistema electoral.
La última evidencia la acaba de aportar Ipsos Apoyo, que, en un estudio elaborado por encargo del Instituto Pro Democracia, comparó los resultados del conteo rápido con los de la ONPE al 100% con la finalidad de identificar posibles casos atípicos (‘outliers’) en las actas. ¿Y qué encontró? Resultados muy similares.
“Al comparar los resultados de las actas con los de sus respectivos locales, se encuentra que el 95.28% está dentro de los valores normales. Los casos atípicos son similares para ambos candidatos. Además, no se identifican casos ‘outliers’ concentrados en alguna región en particular. Si se eliminaran todos los casos atípicos de ambos partidos, la variación porcentual no sería significativa y se mantendría el orden de la elección. Es decir, los efectos de los outliers se neutralizan”, precisa Ipsos.
“El análisis estadístico que hemos realizado no nos permite comprobar o descartar que haya habido algunas actas manipuladas. Sin embargo, no se encuentra evidencia de una concentración atípica de casos, ni en determinadas zonas geográficas ni para un candidato en particular”, sentencia.
El estudio de Ipsos pretende coadyuvar a disipar los cuestionamientos sobre una presunta falla sistémica para elegir al nuevo presidente. Esta evidencia técnica va en el mismo sentido que la evidencia de la observación electoral aportada por otras entidades.
La Misión de Observadores de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), por ejemplo, aseguró que el proceso electoral celebrado en Perú “fue organizado de manera correcta y exitosa de acuerdo con los estándares nacionales e internacionales”.
La Misión de Observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), por su parte, felicitó a la ONPE “por la organización de un proceso electoral en un contexto altamente complejo” y pidió a la ciudadanía y a los actores políticos que aguarden con paciencia y serenidad los resultados oficiales.
La Defensoría del Pueblo, a su turno, afirmó de manera categórica que, durante la supervisión electoral que llevó a cabo, “a lo largo del proceso electoral no se ha advertido de parte de las autoridades electorales ningún intento de alterar la voluntad popular”. En ese sentido, reiteró su confianza en las instituciones del sistema electoral y rechazó todo discurso o acto que suponga el desconocimiento de los resultados electorales.
La Asociación Civil Transparencia, a su vez, reiteró que “no ha encontrado indicio alguno de fraude en las elecciones del pasado 6 de junio, cuestión en que han coincidido las misiones internacionales de observación electoral y la Defensoría del Pueblo”.
Las otras evidencias que desbaratan los argumentos de “fraude en mesa” –no coincidencia entre las firmas de las actas y las que aparecen en el DNI, supuesta suplantación de miembros de mesa o la obtención de 0 votos en varias mesas– ya las han aportado los mismos ciudadanos y comunidades que se vieron afectados por las denuncias públicas del fujimorismo y que han sido ampliamente difundidas por medios de comunicación nacionales y regionales. Hasta Lourdes Flores Nano, también tres veces perdedora de la elección presidencial y ahora nueva abogada de la causa fujimorista, ha sido desmentida por el miembro de mesa al que ella acusó falsamente de falsificación de firma en el acta electoral.
Entonces, ¿qué le queda a Fuerza Popular? ¿Solo el prolongado y agónico berrinche de su lideresa? ¿O la aceptación de una nueva derrota dolorosa pero real? ¿Fraude? ¿No es acaso usted un fraude, señora, por incumplir su palabra, por desconocer sus compromisos, por no respetar un sistema que sigue vigente desde la época de su padre? Guste o no, señora Fujimori, su rival de segunda vuelta Pedro Castillo le ganó. Por mínima diferencia, pero le ganó. Y si no ocurre nada extraño, el resultado de la ONPE finalmente tendrá que ser convalidado por el JNE y Castillo declarado ganador.
Como ya hemos dicho antes, ni Fujimori ni Castillo merecían llegar al balotaje, pero lo que importa es lo que el pueblo decide de manera mayoritaria mediante su voto, y eso se tiene que respetar y defender. Siendo así, en medio de una pandemia que ha ahondado la crisis económica, a estas alturas del partido el Perú ya tendría que saber con algo más de certeza qué planea hacer en su gobierno el presidente electo. Sin embargo, gracias a Fujimori, habrá que esperar un poco más para saber cómo va a gobernar Castillo y con quiénes. Hay temores debido a la incertidumbre por la dirección que pudiera tomar el gobierno del candidato de izquierda. ¿Insistirá en sus ideas económicas caducas que ya antes no han dado resultado? ¿Llevará a la práctica medidas antidemocráticas anunciadas en discursos en plazas? Le corresponderá a él, y solo a él, disipar las dudas, no con palabras, sino con hechos.
Radio Santo Domingo – RSD
Foto: libertaddigital.com