Papa Francisco: “Pidamos a Jesús la gracia de la pequeñez”
Creado el Viernes, 24 de Diciembre del 2021 07:09:55 pm | Modificado el 02/08/2024 10:57:26 am
En la misa de Nochebuena, el papa Francisco sostuvo que Jesús nació para servir y pidió a la comunidad católica a acogerlo y abrazarlo en los pequeños, pobres y últimos.
También hizo un llamado a una dignidad del trabajo que no haga esclavos ni provoque muertes, a una Iglesia unida, en camino y sinodal.
“Esto es lo que podemos pedir a Jesús para Navidad: la gracia de la pequeñez. Señor, enséñanos a amar la pequeñez. Ayúdanos a comprender que es el camino para la verdadera grandeza… La pequeñez es el camino que eligió para llegar a nosotros, para tocarnos el corazón, para salvarnos y reconducirnos hacia lo que es realmente importante”, manifestó en la homilía.
El santo padre explicó que acoger la pequeñez es creer que Dios quiere estar en las pequeñas cosas de nuestra vida, habitar las realidades cotidianas, en la casa, la familia, la escuela y el trabajo.
“Dios no busca fuerza y poder, pide ternura y pequeñez interior porque “Jesús nació para servir… Acoger la pequeñez en nuestras vidas significa también abrazar a Jesús en los pequeños de hoy; es decir, amarlo en los últimos, servirlo en los pobres, no herir a Dios despreciando a los pobres con la indiferencia: “Cuidemos a Jesús ahora, acariciándolo en los necesitados”, sostuvo.
Francisco también hizo un llamado a dar dignidad al trabajo del hombre. “Esta noche, Dios viene a colmar de dignidad la dureza del trabajo. Nos recuerda qué importante es dar dignidad al hombre con el trabajo, pero también dar dignidad al trabajo del hombre, porque el hombre es señor y no esclavo del trabajo”.
El pontífice hizo notar que cuando contemplamos a Jesús “todo vuelve a la unidad”, pues en Belén los ricos, los pobres, los pastores, eruditos y magos estaban unidos, porque “todo se recompone cuando en el centro está Jesús”, y eso es lo esencial, volver a Belén, a los orígenes, “a lo esencial de la fe, al primer amor, a la adoración y a la caridad”.
“Contemplemos a los magos que peregrinan y como Iglesia sinodal, en camino, vayamos a Belén, donde Dios está en el hombre y el hombre en Dios; donde el Señor está al centro y es adorado; donde los últimos ocupan el lugar más cercano a Él; donde los pastores y los magos están juntos en una fraternidad más fuerte que cualquier clasificación. Que Dios nos conceda ser una Iglesia adoradora, pobre y fraterna. Esto es lo esencial. Volvamos a Belén”, expresó. (L.U. – RSD Noticias).