Informe de la semana: El Pastor y la Ovejas
Creado el Jueves, 21 de Abril del 2016 08:31:39 am | Modificado el 11/10/2021 04:38:07 pm
Escuchar la voz del Pastor e interiorizarlas es la libertad con la que nació cada uno de nosotros. Es una elección personal que responde al vínculo de amor que ha creado Dios para que el hombre jamás se sienta solo, por más dificultades que le toque enfrentar a lo largo de la vida.
“Yo las conozco”, dice Jesús al referirse a la humanidad comparada con un rebaño de ovejas que ha decidido seguir su voz y aceptarlo como su Pastor. Y es que conocer implica estar cerca, escuchar, sentir que lo que le pasa al otro, también es nuestro problema. Conocer es haberse tomado el tiempo para involucrarse con cada una de las necesidades, afectos y vivencias del otro. Ése era Jesús, aquel que sentía el dolor ajeno como suyo, sensible ante la necesidad y presto para actuar de acuerdo a la voluntad del Padre.
Hoy, la figura del Pastor se puede percibir en los líderes de la comunidad, la iglesia, la política y en la misma familia. Por ejemplo, un profesor es un Pastor que guía a sus alumnos a través de la enseñanza, un padre o madre de familia es el Pastor que une a su familia y es capaz de crecer junto a cada uno de los miembros de su hogar y se involucra en el desarrollo integral de todos. Pero, además de empatía se requiere de compasión para entender que alguno podría estar pasando por un momento difícil.
“Yo y el Padre somos uno”, afirma Jesús. ¿Significa que la sintonía entre el Hijo y Padre se mantiene inalterable? Jesús, como el Buen Pastor, siempre se mantiene en comunicación con Dios Padre, porque sabe que Él no haría algo que condene a la humanidad, pero si le extenderá opciones de vida a la que cada uno responde según el libre albedrío del que fue dotado desde antes de la concepción. Jesús sigue diciendo: “yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano”.
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