LA COLUMNA DEL DÍA | Las rendiciones de cuentas que no rinden nada
Creado el Viernes, 22 de Septiembre del 2023 04:03:08 pm | Modificado el 22/09/2023 04:10:32 pm
Si a una persona le preguntan qué logros ha tenido en su vida, y esta responde que ha respirado, comido y dormido, ¿debemos felicitarla? Del mismo modo, si lo llevan de paseo y no sabe a dónde va y, estando en ruta, le llaman y preguntan cuánto te falta para llegar, ¿podría responder con precisión? En ambos casos, la respuesta es ¡no!; en el primer caso, porque son actividades de rutina que cualquiera hace, por lo tanto no resulta plausible; en el segundo caso, si no sabe a dónde va es imposible que sepa cuánto le falta para llegar a su destino.
El Gobierno Regional de Áncash señala que la audiencia pública es el mecanismo a través del cual las autoridades presentan a la población informes sobre la ejecución de actividades y proyectos, sus avances, logros alcanzados, así como las limitaciones y dificultades en la gestión pública y las propuestas a futuro. La ley obliga a que se realicen dos veces al año; una se hizo una en Huaraz, y el 29 de setiembre será la otra en Chimbote.
Hasta ahora las audiencias públicas regionales han sido un circo en el que el gobernante ha dicho cualquier cosa y la portátil, encabezada por funcionarios y trabajadores que llenan el ambiente arreados a participar, suspendiendo labores a cambio de ello, aplauden porque así se les ordenó. Estas audiencias no han pasado de ser un monólogo en el que se dicen cosas que no se han hecho, dicen qué van a hacer y luego no hacen.
Si el lema del actual gobierno es “Áncash cambia”, deberían empezar; hasta ahora no se ha visto que hayan empezado. Esta segunda audiencia pública regional convocada para el 29 de setiembre debería ser menos vacía y más franca que la primera, aunque, leyendo las 44 páginas del resumen ejecutivo, no parece que Áncash cambia.
Aun sabiendo de lo infructuoso que resultaría, he revisado tres veces el resumen ejecutivo publicado para la audiencia de rendición de cuentas, buscando algún logro digno de destacar y que nos haga pensar que Áncash cambia; empero, me encontré con que la Procuraduría ha formalizado 12 denuncias (¿no nos dijo el gobernador que tuvo poca ejecución presupuestal porque hubo mucha corrupción? Entonces, ¿dónde están esas denuncias?) y que ha contestado 1350 demandas, pero no nos dice que la mayoría son oponiéndose a que se pague la deuda social a profesores. Además, casi un año después, hay 15 procesos de selección y 323 proyectos. No nos dicen desde cuándo los procesos están en esa etapa y esos proyectos desde cuándo están elaborados y por quién, si por la actual gestión o la anterior.
Otros “logros” son que en Educación se ha realizado una feria informativa en las provincias de Huaylas y El Santa para la prevención del consumo de drogas en jóvenes y adolescentes de las instituciones educativas del nivel secundario, también el cumplimiento de las obligaciones financieras pendientes con la Sunat y otros. Del mismo modo, en Salud se nos dice que “tienen 88.35 % de disponibilidad en medicamentos en las IIPRESS a junio 2023 a nivel regional”.
En Transportes, se han impuesto 189 actas de control, infraccionando a los vehículos que prestan el servicio de transporte público de personas en sus diferentes modalidades y “se viene realizando desde el 14 de agosto de 2023 siete procesos de selección para realizar los servicios de mantenimiento “rutinario” en las carreteras departamentales de la región Áncash. Y para poner la cereza del pastel, en cuestión del riesgo de desastres a estas alturas tienen el plan aprobado, pero no cuentan con el plan de contingencia. Ahora bien, todo lo mencionado lo hacen todos los años, entonces ¿esos son logros? ¿Así Áncash cambia, realizando las actividades rutinarias de siempre?
En la primera audiencia, el gobernador perdió la oportunidad de informar documentadamente en qué situación recibía el gobierno regional, para que podamos saber con qué dificultades comenzaba; pero, sobre todo, perdió la oportunidad de mostranos su visión de región, sus objetivos a corto y mediano plazo, para que sepamos a dónde quiere llevar a nuestra región y podamos sumarnos a esa causa común. Por eso, líneas arriba señalé que sabía que buscaba infructuosamente logros en su resumen, porque no hay punto de partida ni de llegada.
El gobernador Koki Noriega ha sido alcalde, tiene una maestría es Gestión Pública por la Pontificia Universidad Católica del Perú, nada menos; eso nos hace pensar que sabe de gestión pública y que lo mínimo que podría hacer para demostrar que realmente sabe y que no se deja tomar el pelo es empezar de nuevo, disculparse por haber comenzado sin rumbo y trazarlo de una vez. De no ser así, será más de mismo y solo reforzará la imagen de soberbio y autosuficiente, a quien sus colaboradores temen contradecir, y se sumará a los exgobernadores que no aportaron a Áncash. Señor gobernador, si quiere que Áncash cambie, empiece cambiando usted y escuche a alguien más que a usted mismo.
Si el gobernador lee ese resumen que se supone contiene lo que tratará en la audiencia, mínimamente se deberá ruborizar, y sus piquichones, luego de aplaudir, deberán estar prestos para sacarle chucaque o ‘pasarle el huevo’ y así poder aliviarlo. Alguien que se precia de gestor, debería sentir vergüenza de vender gato por liebre y pretender hacernos creer a los ancashinos que las actividades rutinarias como las que he mencionado son logros de gestión.
El resumen ejecutivo que presenta el Gobierno Regional de Áncash, que muestra la realidad de este gobierno más allá de los ofrecimientos, se parece a los ejemplos iniciales: quieren hacernos creer que respirar, comer y dormir son logros. Si ni siquiera saben cuál es el rumbo que quieren darle a la región, menos van a saber cuán cerca están de lograrlo, ¿o no? ¿O usted cree que Áncash cambia? Hasta ahora creo que es más de lo mismo. ¿Usted qué opina?
* Miguel Arista Cueva es docente y abogado. Consultor, conferencista, especialista en gestión pública, educación y derecho administrativo. Fue director regional de Educación de Áncash y del Colegio de Alto Rendimiento de Cajamarca.