Creado el Lunes, 10 de Marzo del 2014 06:30:39 pm

El ministro ha expresado que se está estudiando incrementar los derechos de pesca y que con eso se logrará dotar de recursos al Estado para fiscalizar especialmente a las embarcaciones de menor escala, a las que califica como el mayor problema del sector. Vale aclarar que el importe que el armador pesquero paga por ese concepto se efectúa sobre la base de aplicar el 0.25% del valor FOB por tonelada harina de pescado, y que dicha tasa tiene su candado jurídico en la Primera Disposición Final de la funesta ley 1084, en la que se establece que dicho monto y forma de cálculo se mantendrá sin alteración en 10 años. Con esto, Piero Ghezzi ya tiene un primer inconveniente.

Ha dicho además, que el sector privado debe entender que se necesita un Estado fuerte y eficiente para lograr el desarrollo, agregando que deja la comodidad de la pluma para ponerse manos a la obra. Quisiera equivocarme, pero creo que su optimismo variará cuando tenga que enfrentarse en el terreno de los hechos, a un sector tan poderoso como es la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) y a su millonaria maquinaria mediática con selectos sicarios de la información que estarán pendientes de sus medidas, antes y después de dictarlas.

¿Se atreverá a cambiar las actuales políticas tributarias pesqueras que le brindan enormes privilegios al sector industrial harinero, sin que éste mueva un solo dedo?

Otro espectador ansioso de ver en acción al nuevo ministro, es el pescador industrial, quién le plantea algunas interrogantes: ¿Tendrá tiempo para enterarse que los armadores pesqueros no están cumpliendo con informar a Produce sobre los sistemas de rotación que establecen en sus embarcaciones, tal y como los obliga la R.M. 166-2009-PRODUCE? ¿Sabrá que esto es un abuso en contra del pescador y que se estarían vulnerando sus derechos laborales? ¿Podrá controlar y evitar que desleales armadores pesqueros sigan nominando embarcaciones inoperativas con la única intención de tener en sus manos las cuotas de pesca, y usarlas como premio a los tripulantes que les aceptan sus abusos, o como castigo en contra de quienes le reclaman justicia?

¿Sabrá además, de la sospechosa conducta de funcionarios de la Dirección de Supervisión y Fiscalización de Produce que ejercen presión sobre sus inspectores, y que no se respetan tallas mínimas en las descargas?

Otro escenario que le generará un seguro dolor de cabeza al nuevo ministro, es el sector de menor escala y el total descontrol en el que se encuentra. Lo que pasa en la región Áncash es la cruda expresión de esa realidad.

Al nuevo ministro no le va a bastar su optimismo y recetas teóricas para el ordenamiento pesquero, va a necesitar de mucha energía para enfrentar a la poderosa SNP y para controlar el sector de menor escala, así como para poner orden entre sus mismos funcionarios que tiene en Produce.

César Córdova Ponce

Director de la revista “La Voz del Pescador”

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Foto: redaccionlamula.pe

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