LA COLUMNA DEL DÍA | ¿Héroes o víctimas?
Creado el Lunes, 7 de Diciembre del 2020 09:33:08 am
En los últimos días fallecieron Inti, Bryan, Jorge y Denis como consecuencia de las protestas sociales que ocurrieron en nuestro país. Sus lamentables decesos tuvieron en común que se trataban de peruanos en plena juventud, sin pertenencia a algún partido político o colectivo social y que protestaban por aquello que creían justo.
Sin embargo, sus muertes no fueron asumidas de la misma manera por el gobierno, la sociedad civil y los grandes medios de comunicación, desnudando una vez más esa odiosa diferencia que existe en nuestra patria hasta para asumir la muerte.
Las muertes de Inti y Bryan fueron el triste corolario de la protesta social contra el breve régimen de Manuel Merino. El gobierno que asumió Francisco Sagasti anunció, como debería ser, que sus muertes no quedarán impunes. Los jóvenes de la denominada #GeneraciónBicentenario los declararon sus “héroes”, en el entendido de que, conforme al concepto, los jóvenes fallecidos han realizado una muy abnegada acción en beneficio de una causa noble, y finalmente la gran mayoría de los medios de comunicación inmediatamente elevaron sus lamentables muertes al nivel de una tragedia nacional y pasaron a convertirlos en símbolos del grupo generacional al que pertenecían.
En medio de la tristeza por los fallecidos, nadie quiso ver otros hechos reales y concretos, como que, si bien su protesta era legítima, resultaba muy discutible la nobleza de la causa, porque en el fondo se trataba de la misma historia de siempre y que se reduce a quién se queda con el poder.
Las protestas fueron promovidas inicialmente por el candidato Julio Guzmán, y vaya coincidencia del destino, ahora quien ejerce la presidencia es nada menos que su candidato a la segunda vicepresidencia, nuestro actual presidente Francisco Sagasti. En política como en la vida, lo que cuenta son los resultados, y ahora tenemos en la primera magistratura a una persona muy del agrado de los grandes grupos de comunicación y de los grupos de interés, que es representante del mismo partido que se opuso tenazmente a la vacancia del tan cuestionado como popular expresidente Martín Vizcarra, que coincidentemente gozaba del apoyo de los mismos medios de comunicación, y eso sin contar que las redes de poder alrededor de Palacio de Gobierno son las mismas, salvo la silenciosa salida de aquellos con acta de nacimiento moqueguana.
En ese contexto, quedaron a la sombra algunos hechos que nadie se atrevió a mencionar, como los antecedentes por hurto y microcomercialización de droga que cada uno de los jóvenes arrastraba, la explosiva presencia de las hinchadas de fútbol más vandálicas del país en la zona de las muertes y la extraña inoperatividad de las videocámaras de la Municipalidad de Lima que podrían haber registrado los hechos y hubieran facilitado encontrar a los responsables de las muertes.
Analizando los hechos con calma, Inti y Bryan no son héroes, sino víctimas de una circunstancia trágica. Ambos salieron a protestar probablemente motivados por la injusta exclusión social, tal vez sentían que el modelo económico no ha funcionado o quizá pensaban que el sistema político no los representa y la única salida era pedir #QueSeVayanTodos. En detalle, no sabremos por qué protestaron, se fueron sin saber que cambió el gobierno, para que luego no cambie nada, porque las estructuras de poder se mantienen incólumes y los principales grupos de poder e interés están en el mismo lugar que antes de las protestas.
El mejor ejemplo de que nada cambió son Jorge y Denis, fallecidos en Virú. Jorge era un joven agricultor que salió a protestar pidiendo que se derogue una ley con la expectativa de lograr mejoras salariales y lo único que logró fue un balazo que le quitó la vida, dejando a una viuda embarazada.
Los grandes medios de comunicación que elevaron a la categoría de héroes a Inti y Bryan ahora solo reportaron la muerte de Jorge como otra fatalidad típica de cualquier protesta provinciana, y los congresistas De Belaunde y Olivares, antes activos e indignados, apenas tuitearon breves mensajes llamando a la paz social.
La historia de Denis es más trágica, y probablemente es la mayor víctima de los cuatros jóvenes: fue atropellado por una moto y el bloqueo de carreteras en Chao y Virú impidió el pase de alguna ambulancia para auxiliarlo; fatalmente, murió.
Esta tragedia nos hace reflexionar respecto al límite de nuestros derechos, que son precisamente donde empiezan los derechos de los demás. El derecho a la protesta de ninguna manera puede generar la abrogación del derecho constitucional al libre tránsito. El gobierno ha callado esta muerte y los grandes grupos de comunicación apenas si reportaron al fallecido; y ni qué decir de su condición de víctima, no importó, porque su muerte no iba a encumbrar a un nuevo régimen de algún allegado o miembro de su corte, o quizá porque se trataba de un reclamo laboral y eso incomoda a muchos.
El Perú no ha tenido héroes en estos jóvenes, sino lamentables víctimas, que solo se visibilizan cuando son útiles a los intereses de los poderosos, pero esto Inti, Bryan, Jorge y Denis ya no lo van a saber porque ya no están con nosotros.
* Pablo Rioja Cueva es abogado especialista en derecho constitucional y administrativo, árbitro en contrataciones con el Estado y laboral. Tiene amplia experiencia en gestión pública y docencia universitaria. Fue regidor en la Municipalidad Provincial del Santa.
Foto: trujilloenlinea.pe