LA COLUMNA DEL DÍA | Gobierno Regional de Áncash sin rumbo otra vez
Creado el Viernes, 9 de Junio del 2023 12:42:37 pm
¿Han escuchado la canción de Julio Iglesias? “Tropecé de nuevo con la misma piedra… en cuestión de amores nunca aprenderé”. La realidad de nuestro Gobierno Regional de Áncash nos provoca parafrasearla: “Tropecé de nuevo con la misma piedra, en cuestión de elegir gobernantes nunca aprenderé”. Cuando usted escuche esta opinión, que es más una invocación, si omite el nombre, pensará que nos referimos al actual gobernante o a cualquiera de los anteriores.
La paupérrima capacidad de gasto de la gestión del gobernador Koki Noriega muestra esta cifra al día de hoy: 6.7 % de ejecución de gasto del presupuesto asignado exclusivamente para proyectos de inversión. Y eso que ha lanzado unas cuantas obras por cientos de millones y transferido otros tantos millones a algunos alcaldes. Ojo que solo se mide la cantidad de dinero gastado, porque si se evaluara la calidad del gasto y su impacto, los resultados serán aun menos favorables.
Y es que la capacidad de gasto no sirve si no es inversión, no sirve si solo se gasta como se ha hecho con los 18 mil millones de soles recibidos desde el año 2004 hasta la fecha. El gasto por sí solo es tan inútil como las fotitos en las reuniones estériles, o como promocionar ‘piquichonescamente’ los bailecitos del gobernador.
La incapacidad de gasto, por ahora, es un problema menor; se puede solucionar con el pasar del tiempo; además, los funcionarios podrían alegar que se demoran para no gastar por gastar, como hemos escuchado en gestiones anteriores. El problema es mayor cuando la incapacidad es generalizada, partiendo desde quien encabeza la región, el mismo que debe mostrar al pueblo que representa hacia dónde vamos, su visión como región, y elegir a funcionarios que conozcan cómo caminar para acercarse a esa visión. Si no hay liderazgo y se designa a funcionarios al margen de la ley, que sepan menos que el que manda para que solo obedezcan, o que hagan lo que quieran o lo que puedan, o, mejor dicho, lo que no puedan, ¿hacia dónde iremos? Peor si fuera ciertas las denuncias de que los puestos se subastan.
Al cumplirse los 100 días de gestión, leí un logro sorprendente: “Participación de los directores de UGEL en la audiencia pública”. Un poquito más y nos dan algún premio similar al Nobel. Otros anuncios del mismo estilo mostraron entre líneas que no hay una ruta trazada. Sería necio haber pedido resultados en 100 días, pero ahora ya han transcurrido casi seis meses, medio año, y el gobernador ya debe haberse dado cuenta de que el gobierno regional no es un municipio grandote, sino que tiene otra naturaleza, otra función; ya debió notar que el presumir su maestría de una prestigiosa universidad limeña no sirve para gobernar por sí sola; a estas alturas ya debió advertir de quiénes se rodea y quiénes negocian en su nombre; en este tiempo ya debió haber aprendido que para gobernar hay que convocar a los mejores en su sector, que sepan más que él para que pueda llevar a la región adonde quiere, y que no sirve rodearse de zalameros que le dan la razón en todo para mantenerse cerca del poder o, peor aun, de algunos que llevan el puñal en ciernes. Esa conducta es precisamente la que ha llevado a la desgracia política y personal a los gobernadores que lo antecedieron.
El “gobernador de Huaraz” tiene que pasar a ser el gobernador de toda Áncash. En las provincias de la Subregión Pacífico está ausente, por no decir inexistente. Tiene que entender que una cosa es delegar o compartir el poder con la vicegobernadora, lo cual es muy saludable, y otra segmentar la región, algo así como “la sierra para mí y la costa para ti”. ¡No, señor, la región Áncash no es una torta para repartirse o un terreno con parcelas; el elegido fue usted, ¿o será que se siente con un pie afuera y espera que después le devuelvan el favor? ¡Gobierne en toda Áncash, señor!
Koki Noriega está aún a tiempo de evitar que la historia se repita: evite que se repita una vacancia promovida desde adentro, evite que se repita un entorno de adulones que se enriquecen, evite que se repitan funcionarios genuflexos e incapaces que van a durar en el cargo por su sueldito, evite que se repita que se desperdicie otra vez el dinero de los ancashinos y, más aun, evite que se repita que termine en prisión. Aún está a tiempo. Pregúntese usted mismo a dónde quiere llegar, qué legado quiere dejar, a dónde quiere llevar a la región. Una vez que tenga las respuestas, vea con qué y quiénes cuenta para lograrlo. En este momento ya debe tener conocimiento pleno de la realidad ancashina y del gobierno regional como institución, entonces debe actuar como un entrenador de futbol, organizar un equipo y determinar cómo necesita jugar si está de local o de visitante o en altura, y, según eso, convocar de acuerdo con las necesidades del momento.
Recuerde que si uno no sabe a dónde va, cualquier camino nos lleva allí. Por años estuvimos así, sin rumbo. De usted depende cambiar la historia. Empiece respondiéndose a dónde va, Koki, y respondiéndonos a dónde va Áncash.
* Miguel Arista Cueva es docente y abogado. Consultor, conferencista, especialista en gestión pública, educación y derecho administrativo. Fue director regional de Educación de Áncash y del Colegio de Alto Rendimiento de Cajamarca.