LA COLUMNA DEL DÍA | Agua y agrobiodiversidad
Creado el Martes, 16 de Abril del 2024 12:46:43 pm
Es fundamental que los países y comunidades se preparen para planificar, conservar y gestionar el agua y las semillas de cultivos para afrontar con éxito eventos climáticos extremos, pandemias y crisis sociales, considera Gabriel Mejía Duclós en su columna de hoy
Varios especialistas sobre cambio climático en el mundo, señalan que los países y comunidades que mejor se preparen para planificar, conservar y gestionar el agua y la agrobiodiversidad, especialmente las semillas para garantizar los alimentos para el presente y para el futuro; serán los países y comunidades que afrontarán con mayor éxito los eventos climáticos extremos, los terremotos, las pandemias y las crisis sociales y políticas.
El agua y la diversidad de especies y variedades de cultivos conservadas por las familias campesinas y productoras de costa, sierra y selva son esenciales para alimentar a la población y para garantizar la vida. Sin agua y sin alimentos no es posible la supervivencia de los seres humanos. O también en escenarios de vulnerabilidad y riesgos, con poca agua y pocos alimentos, la población padecerá hambre, y tendrá muchas dificultades para desarrollar sus actividades con normalidad.
El viernes 12 de abril, participé en una de muchas reuniones del Grupo Técnico Nacional de Agrobiodiversidad, en las oficinas del Instituto de Innovación Agraria conocido como INIA. Este grupo técnico reúne a representantes de entidades públicas y privadas como el Ministerio de Agricultura, Ministerio del Ambiente, Universidad Agraria La Molina, Concytec, SERFOR, IIAP, organizaciones de productores y organizaciones de desarrollo, vinculadas a la conservación de la agrobiodiversidad.
Debo confesar que, dentro de todo el aparato burocrático del Estado, de ministerios, gobiernos regionales y otras instancias, existen algunas instituciones especializadas donde es posible encontrar a equipos de profesionales que independientemente del gobierno de turno o de ocasionales ministros, hacen una labor coordinada y sin protagonismos que vale la pena destacar.
Por ello en esta humilde columna, hoy dedico unas líneas a destacar el trabajo de la Dirección de Recursos Genéticos del INIA en el impulso a las Zonas de Agrobiodiversidad, constituido por territorios en las comunidades donde se conserva una alta diversidad de variedades de papas, maíces, quinuas, frejoles, tubérculos, frutas, granos y otras especies alimenticias, cuya conservación permite a las regiones y al país, contar con un banco de semillas y recursos genéticos, no solo para alimentarnos hoy y en el futuro, sino también para obtener medicamentos, aire y agua limpia.
Actualmente, en el Perú ya se han reconocido nueve zonas de agrobiodiversidad en regiones como Puno, Cusco, Apurímac, Junín, Huancavelica y Arequipa, con la participación de 46 comunidades campesinas, 9258 variedades de cultivos locales y 305 conocimientos tradicionales. Se espera que en los siguientes meses y años se reconozcan nuevas zonas de agrobiodiversidad en Huánuco, Pasco, Ancash, Piura y en otras regiones del país. Ello requiere que sus dirigentes comunales y sus autoridades locales y regionales se pongan las pilas y prioricen políticas públicas e inversiones en temas clave como el agua y la agrobiodiversidad.
Si hoy no hacemos lo suficiente, para garantizar agua y diversidad de alimentos para el futuro, no estaremos preparados para garantizar una vida digna para nuestra población.
* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, ex candidato a la Gobernación Regional de Áncash.