¿Quién jodió a la pesca artesanal?
Creado el Lunes, 10 de Febrero del 2014 06:45:39 pm
Escogiendo astutamente el fallo de la Corte de La Haya como instrumento de presión social, la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), a través de su presidenta Elena Conterno, ha puesto en acción a su maquinaria mediática buscando forzar que el gobierno apruebe las ventanas de penetración, que le permita hacer ingresar a su depredadora flota industrial a las primeras 5 millas marinas, con el trillado argumento que si no se pesca la anchoveta en el Perú, se está beneficiando a Chile, que sí lo hará cuando ingrese a sus primeras millas. Es decir, crear la óptica sesgada que el D.S. 005 es pro chileno.
Ataca además al sector de menor escala y parece olvidar, o no le conviene recordar, que la flota de menor escala, que es un constante dolor de cabeza para los últimos titulares del sector, fue creación suya y como efecto de la R.M. 100-2009-PRODUCE que ella misma rubricó de manera irresponsable cuando era ministra y por medio de la cual las Direcciones Regionales de la Producción establecieron un negocio ilegal con los registros de las embarcaciones artesanales autorizadas para pescar anchoveta, que alcanzó proporciones escandalosas en Áncash en plena campaña reeleccionista de César Álvarez (2010), que pueden evidenciarse en la denuncia por enriquecimiento ilícito que se le ha hecho al director regional de ese entonces, Luis Arroyo Guevara (hoy escudero y portavoz comando) ante las millonarias propiedades que posee y que no podría justificarlas.
En nuestra región, por otro lado, tenemos que soportar las descabelladas declaraciones de representantes del sector de menor escala defendiendo su posición, quienes inclusive se atreven a dar un plazo al presidente Ollanta Humala para entregar a César Álvarez Aguilar los 150 millones que viene solicitando para continuar con sus obras regionales, evidenciando claramente que sus lamentos y sufrida actuación ante la prensa local solamente responden a libretos políticos escritos por el mandamás regional, a quien si realmente le preocupara la situación social y laboral del sector de consumo humano directo estuviera gestionando la reglamentación de la Ley 27997, que ordena una serie de beneficios laborales para las fileteras, y que duerme el sueño de los justos desde hace más de 10 años.
Hoy los vemos en un mismo escenario, en medio de un desorden que ellos mismos han creado. Elena Conterno, cuando era ministra del sector; y los de menor escala, cuando actuaban bajo el disfraz de “artesanales”. Los dos tienen un enemigo en común: el ordenamiento pesquero que, a través de normas, el Ministerio de la Producción se ha empeñado en conseguir.
César Córdova Ponce
Director de la revista “La Voz del Pescador”
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