Moro: piden rehabilitar carreteras para exportar palta y mango antes de que se echen a perder
Creado el Miércoles, 22 de Marzo del 2023 04:53:04 pm
Las lluvias y huaicos de la semana pasada en el valle de Nepeña dejaron como saldo la destrucción de varios tramos de carretera, lo que no solo ha aislado a varios pueblos, sino que además se ha convertido en una barrera para sacar de los campos los productos de consumo familiar y de exportación como palta y mango de los distritos de Moro, Cáceres del Perú y Pamparomás, en la región Áncash.
El director ejecutivo del Servicio para el Desarrollo Integral Rural (Sedir), Juan Cerna Espinoza, advirtió que es urgente que las municipalidades y el Gobierno Regional de Áncash rehabiliten las vías de comunicación para evitar la pérdida de cultivos.
“La accesibilidad con la rehabilitación de las carreteras es prioritaria en estos momentos. En Moro y en el valle de Nepeña hay más de 4 mil agricultores que no pueden sacar sus productos y eso les generaría grandes pérdidas económicas. Por ejemplo, estábamos en plena cosecha de palta y recién hemos iniciado la cosecha de mango para la exportación”, comentó.
Una de las vías de acceso dañadas es la que conduce del centro de Moro a la zona agrícola del caserío de Larea, que concentra buena parte de campos de palta y mango.
La carretera que lleva de Moro a los pueblos de la subcuenca del río Loco, en la sierra de Pamparomás, también tiene varios tramos dañados y en algunas zonas se han registrado derrumbes de cerros que impiden el tránsito vehicular. El centro de Pamparomás está aislado de la zona costa.
Una situación similar se repite con la vía que conecta al centro del distrito de Cáceres del Perú con caseríos como Tinco, Tarapampa, Quita, Shonca y Racuaybamba.
El valle de Nepeña tiene 1200 hectáreas de cultivo de mango y 2300 hectáreas de cultivo de palto. Los agricultores invierten en promedio 10 000 soles por cada hectárea y varios de ellos han perdido sus plantaciones como consecuencia de los huaicos.
AGUA URGENTE
Otra de las prioridades es la reparación de los servicios de agua y desagüe que colapsaron como consecuencia de las lluvias intensas, subrayó Cerna Espinoza.
Los pobladores de Moro y Pamparomás se abastecen de agua de camiones cisternas que llevan las municipalidades, sin embargo en casos extremos la población consume agua de lluvia al no tener otra alternativa.
Sedir llegó hasta la zona de Yapacayán, límite entre Moro y Pamparomás, y constató que los comuneros refaccionan las tomas de agua. (RSD Noticias).