Ayer alumno, hoy director de orquesta
Creado el Domingo, 20 de Agosto del 2017 08:03:29 pm | Modificado el 02/08/2024 10:46:14 am
Dayner Tafur es una prueba tangible de que los sueños se hacen realidad. Que cuando uno quiere se puede. Que la paciencia y la perseverancia al final generan buenos resultados. Que uno cosecha lo que siembra. Y que los obstáculos con los que a uno se topa en el camino solo son pruebas para medir nuestra capacidad.
El último sábado Dayner Tafur ha sido el actor principal del concierto de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Chimbote. Hasta hace unos meses tocaba la trompeta como un integrante más, pero esta vez se ha encargado de dirigir a sus compañeros con quienes comparte atriles y partituras desde hace cuatro años. Alojado en un impecable terno negro, se puso frente a un grupo de 50 músicos, tomó la batuta y a su señal se empezaron a escuchar las primeras notas de los violines, violonchelos, contrabajos, trombones y de las flautas traversa.
Desde el saque Dayner ha impuesto su propio estilo. Su expresividad al momento de marcar las notas parece una exageración, pero es su marca personal, es lo que lo diferenciará de otros directores. Bambolea los brazos, arquea el cuerpo a la izquierda, derecha, adelante y atrás. Frunce el ceño cada vez que mira a sus músicos. Y apenas tiene 19 años.
Ha sido un día especial para Dayner, para sus amigos, para su familia y para todos quienes lo conocen.
“Estoy muy agradecido con mis compañeros porque en muy corto tiempo hemos ensayado música de alto nivel”, cuenta emocionado. El concierto ha sido como su simbólica graduación ante más de 200 personas en el auditorio de la Universidad Los Ángeles de Chimbote.
Dayner toca la trompeta desde que tenía 14 años en el grupo de música del colegio Mundo Mejor. Aprendió lo básico. Sin embargo, ahora no solo ha elevado su nivel para arrancarle las notas más conmovedoras a su instrumento favorito, pues también hace gala para dirigir temas como La Quinta Sinfonía de Beethoven, La Arlesiana de Bizet o La Danza Húngara de Brahms. Todo bajo la atenta mirada de su maestro y también director de orquesta el francés Antoine Duhamel.
Y cómo Dayner ahora cosechará lo que empezó a sembrar cuando apenas era un adolescente se alista para hacer un voluntariado en Berlín – Alemania y para perfeccionar su técnica en la escuela de música Georg Friedrich Händel Gymnasium. “Mis expectativas son muy altas porque en Alemania hay mucha cultura y tradición con la música clásica”, puntualiza. Su madre Lucía Díaz que antes dudaba de la carrera que eligió ahora se sienta en primera fila y sonríe orgullosa cuando la gente no se cansa de felicitarlo y abrazarlo. La familia Tafur Díaz ha empezado la cuenta regresiva para que uno de sus integrantes parta a Europa en setiembre.
La evolución musical de Dayner también es una muestra de la evolución musical de toda la orquesta. Qué lejos quedó aquel verano de 2011 cuando un grupo de pequeños flautistas brindaba su primer concierto en el viejo local del Cine Chavín. Hoy los músicos chimbotanos pasean su arte por varios escenarios del país como Barranca, Chiclayo, Trujillo y hasta en el auditorio de la Biblioteca Nacional del Perú. “Antes tocábamos piezas muy sencillas con arreglos para orquestas de principiantes, pero ahora se nota que el nivel ha subido. Todos los chimbotanos debemos sentirnos orgullosos”, manifiesta la coordinadora del Centro Cultural Centenario, Luzmila Bocanegra.
Luego de hora y media el concierto termina con la marinera chimbotana del compositor Daniel Cortez Belupú. Los aplausos retumban en los cuatro lados del auditorio y los músicos sonríen emocionados con la satisfacción de haber brindado lo mejor de su repertorio.
Mientras tanto, Dayner no para de tomarse fotos con los asistentes y todos lo abrazan con el deseo de que cuando llegue al otro lado del mundo muestre que Chimbote también es una ciudad de talentos de exportación. (EA - RSD Noticias)