El papa Francisco: “La lectura nos abre nuevos espacios interiores"
Creado el Lunes, 5 de Agosto del 2024 08:26:42 am
Un buen libro abre la mente, estimula el corazón, entrena para la vida. Palabras del papa Francisco, que ha tomado lápiz y papel para hacer comprender a los futuros sacerdotes, pero también a "todos los agentes pastorales" y a "cualquier cristiano", la "importancia de la lectura de novelas y poemas en el camino de maduración personal".
Con la "Carta sobre el papel de la literatura en la educación", escrita el 17 de julio y publicada hoy, 4 de agosto, el pontífice pretende "despertar el amor por la lectura" y sobre todo "proponer un cambio radical de ritmo" en la preparación de candidatos al sacerdocio, para que se dé más espacio a la lectura de obras literarias. Porque la literatura puede "educar el corazón y la mente del pastor" a "un ejercicio libre y humilde de la propia racionalidad" y al "reconocimiento fecundo del pluralismo de las lenguas humanas", puede ampliar la sensibilidad humana y conducir a "una gran apertura espiritual.
Además, la tarea de los creyentes, y en particular de los sacerdotes, es "tocar" el corazón del hombre contemporáneo, para que se conmueva y se abra ante el anuncio del Señor Jesús", y en todo esto "la contribución que la literatura y la poesía que pueden ofrecer tienen un valor incomparable".
En el texto, el papa Francisco subraya en primer lugar los efectos beneficiosos de un buen libro que, "a menudo en el aburrimiento de las vacaciones, en el calor y la soledad de algunos barrios desiertos", puede ser "un oasis que nos aleja de otras opciones que no son buenos para nosotros", y que, en "momentos de cansancio, de ira, de desilusión, de fracaso, y cuando ni siquiera en la oración somos capaces de encontrar la quietud del alma", puede ayudar a atravesar momentos difíciles y a "tener un poco más de serenidad". Porque quizás "esa lectura nos abre nuevos espacios interiores" que nos ayudan a no cerrarnos "en esas pocas ideas obsesivas", que luego "nos atrapan de manera inexorable". La gente se dedicaba más a leer "ante la omnipresencia de los medios de comunicación, las redes sociales, los teléfonos móviles y otros dispositivos", observa el papa, que destaca cómo en un producto audiovisual, aunque "más completo", "el margen y el tiempo para 'enriquecer’ la narración o interpretarla suelen reducirse", mientras que al leer un libro "el lector es mucho más activo". Una obra literaria es "un texto vivo y siempre fructífero". Sucede, en efecto, que "al leer, el lector se enriquece con lo que recibe del autor", y esto "le permite hacer florecer la riqueza de su propia persona". (RSD Noticias).