¿Eres abogado?, ¿cuántas de estas 12 conductas éticas pones en práctica?
Creado el Jueves, 12 de Mayo del 2016 12:51:38 pm | Modificado el 06/10/2021 01:28:44 pm
La actuación profesional, pero sobre todo la conducta ética de los abogados es algo que se ha puesto ‘en tela de juicio’ en más de una oportunidad, de ahí que es importante advertir de algunas prácticas que resultan teniendo nada de justicia, que es el fin que debe perseguir todo abogado.
San Alfonso María de Ligorio, italiano y fundador de la Congregación del Santísimo Redentor, cuando tenía 20 años y estaba en todo el auge de su carrera como abogado tuvo mucha preocupación por la malicia y la mentira con que actuaban sus colegas, informa el portal Aleteia.org.
Esta preocupación hizo que San Alfonso, quien actuando con la verdad no había perdido ninguna causa en los tribunales, escriba una lista de conductas éticas en 1716, aunque han pasado muchos siglos desde aquel entonces, por lo menos la mayoría y quizá todas podrían fácilmente aplicarse al actuar de los abogados de hoy:
Esta es la relación elaborada por San Alfonso:
- No es lícito jamás aceptar causas injustas, porque son perniciosas para la conciencia y el decoro.
- No se debe defender una causa con medios ilícitos.
- No se debe cargar al cliente con demasiados gastos, teniendo la obligación de restituir lo no necesario.
- Las causas de los clientes deben ser tratadas esa dedicación con la que se tratan las propias causas.
- Es necesario el estudio de los procesos para sacar de ellos los argumentos precisos para la defensa de la causa.
- Muchas veces, la dilación y la dejadez de los abogados perjudican a los clientes y los perjuicios deben ser reparados; de lo contrario, se peca contra la justicia.
- El abogado debe implorar a Dios su auxilio en la defensa, porque Dios es el primer protector de la justicia.
- No es digno de elogio un abogado que acepta muchas causas, superiores a sus talentos, a sus fuerzas y al tiempo que frecuentemente le faltará con el fin de prepararse para la defensa.
- La justicia y la honradez nunca deben separarse de un abogado; al contrario, deben siempre guardarse como se guardan las niñas de sus ojos.
- Un abogado que pierde una causa por negligencia suya, está obligado a reparar los daños.
- Al defender las causas es preciso ser verdadero, sincero, respetuoso y razonable.
- Finalmente, los requisitos de un abogado son: ciencia, diligencia, verdad, fidelidad, justicia.
(Iglesia en Marcha/M - RSD Noticias).