Dios Padre, Jesús y discípulos
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:25:40 pm
La jardinería no es un viñero, pero si necesita del esmero de quien lo cuida, como es el caso de Francisco Pinedo Fernández, quien se esfuerza por que las plantas que están a su cargo se vean bien y den vida a la Plaza Mayor de Nuevo Chimbote.
Dios es drástico con todo aquello que no produce y está pendiente de aquellos que dan fruto. Él es quien prepara la tierra, la vida, para el cultivo y espera cosechar frutos buenos. Y en el tiempo de la podación, las plantas que no dan fruto o se marchitan, son arrancadas y vueltas a la tierra.
La palabra tiene un efecto sobre quien la escucha y permanece en ella, de igual manera así permanece Jesús en nosotros y nosotros en él, y por él corre como la savia el alimento de la palabra transformadora. Dios el labrador, Jesús la vid, los discípulos los sarmientos y el fruto los hermanos a quienes les llevan el mensaje.
Y como Jesús indica que aquello que afecta el crecimiento personal y espiritual de uno de sus hijos debe ser quitado; así también, los agricultores recomiendan que las hojas marchitas, la maleza y las plantas que no dan fruto deben ser desechados.
Así como el sarmiento no puede vivir sin la vid, nosotros no debemos alejarnos de Jesús; porque si permanecemos en él, Dios nos ofrece concedernos con mayor razón lo que pedimos.
Los frutos que logremos son para gloria de Dios y en ello Dios Padre reconoce que somos buenos discípulos.
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