La Palabra del día 30 de enero del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:27:52 pm
Dijo también: ¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas. Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.REFLEXIÓN.
El Señor nos regala hoy dos maravillosas parábolas con hermosos mensajes para nuestra vida.
1. Semilla que crece por sí sola. Es una realidad obvia, la semilla solo necesita tierra buena y agua para que el principio de vida que hay en ella brote y se convierta en una planta. Y es lo mismo para todo ser vivo, incluso para los humanos, para crecer necesitamos alimento y agua. En la vida espiritual y en la fe sucede algo parecido, para crecer por sí sola necesita cultivo con todo lo que Dios nos ha provisto en su Iglesia.
2. Granito de mostaza. Aquí se destaca primero la pequeñez y humildad del comienzo, y luego el enorme desarrollo. Sucedió con la Iglesia, al inicio fue un minúsculo grupo de personas miedosas que cayeron en la cuenta del poder de Cristo que habitaba en ellos y se convirtieron en el germen de una comunidad universal que puede albergar en su seno, y tiene la capacidad para ello, a toda la humanidad. Dios hace grande lo pequeño.
- Diariamente cultivemos nuestra fe y servicio, Dios los hará crecer sin medida. Darán frutos de alegría, paz, amor, bondad y servicio. Ten un feliz día.
PRIMERA LECTURA: HEBREOS 10,32-39. Hermanos: Recordad aquellos días primeros, cuando, recién iluminados, soportasteis múltiples combates y sufrimientos: ya sea cuando os exponían públicamente a insultos y tormentos, ya cuando os hacíais solidarios de los que así eran tratados. Pues compartisteis el sufrimiento de los encarcelados, aceptasteis con alegría que os confiscaran los bienes, sabiendo que teníais bienes mejores, y permanentes. No renunciéis, pues, a vuestra valentía, que tendrá una gran recompensa. Os falta constancia para cumplir la voluntad de Dios y alcanzar la promesa. Un poquito de tiempo todavía, y el que viene llegará sin retraso; mi justo vivirá de fe, pero, si se arredra, le retiraré mi favor. Pero nosotros no somos gente que se arredra para su perdición, sino hombres de fe para salvar el alma.
SALMO: 36. EL Señor es quien salva a los justos. Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y practica la lealtad; sea el Señor tu delicia, y él te dará lo que pide tu corazón. R. Encomienda tu camino al Señor, confía en él, y él actuará: hará tu justicia como el amanecer, tu derecho como el mediodía. R. El Señor asegura los pasos del hombre, se complace en sus caminos; si tropieza, no caerá, porque el Señor lo tiene de la mano. R. El Señor es quien salva a los justos, él es su alcázar en el peligro; el Señor los protege y los libra, los libra de los malvados y los salva porque se acogen a él. R.
Fray Luis Galindo,O.P.