LA COLUMNA DEL DÍA | Violencia contra la Mujer: un análisis pertinente a propósito de la fecha
Creado el Lunes, 25 de Noviembre del 2019 07:20:00 pm
Hoy 25 de noviembre fue elegido como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres en memoria de las hermanas Mirabal, tres mujeres que fueron torturadas, violadas y asesinadas en 1960 en República Dominicana por rebelarse contra la opresión de un régimen machista y dictatorial, convirtiéndose en un especial símbolo en la lucha de las mujeres contra la violencia.
La violencia contra las mujeres se puede manifestar de distintas formas: física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, produciéndose tanto en el ámbito de lo público, como de lo privado.
Por tanto, podemos decir que una mujer que sufre violencia en cualquiera de sus manifestaciones, difícilmente puede participar en la vida en todas sus dimensiones: política, social, cultural y en el mundo laboral en las mismas condiciones que sus compañeros masculinos o con otras mujeres que no sufren violencia.
Casi a diario nos enteramos por los medios de comunicación del acto más extremo e irreparable de violencia contra las mujeres: el feminicidio. Usar el término feminicidio no solo nos sirve para señalar los crímenes a mujeres por razones de género, sino también nos permite evidenciar la magnitud de la violencia contra ellas y el grave problema social que merece ser atendido sin cansancio, ya que estos crímenes responden a un clima social y cultural específico, donde aún prevalece la violencia machista, entendido como el autoposicionamiento individual y/o colectivo de una sobrevaloración del ejercicio de poder, desde la concepción patriarcal.
La sociedad es responsable de prevenir y erradicar toda forma y manifestación de violencia, renunciando a las prácticas de la misma, desde las instituciones donde se llegan a socializar, tales como: familia, grupos de pares, escuela y religión.
Debemos identificar, cuestionar y denunciar todo acto de violencia. Para ello, los hombres deben involucrarse y comprometerse, sin temor de ser cuestionado en su masculinidad, a no reproducir el machismo desde los roles que ocupan como autoridades, empresarios, maestros, esposos, compañeros, hermanos, hijos y amigos, y así puedan aportar al cambio de las formas de relacionamiento, legitimando una cultura de paz.
* Jeppson García Marín, psicólogo, director ejecutivo de Masculinidades del Centro de Investigación Social, Tecnología Apropiada y Capacitación—CISTAC Perú, y representante de CISTAC Bolivia.
Foto: Prensa Libre: Hemeroteca PL