Creado el Miércoles, 12 de Marzo del 2025 09:33:16 am

La mala educación tiene repercusiones muy profundas en la sociedad, como tener malas autoridades, señala el doctor Felipe Llenque Tume

La pobreza de un país no solo se expresa en tangibles como tener malas carreteras, malos puertos, malos aeropuertos, etcétera; es decir, mala infraestructura. También se expresa en lo intangible, tener malas autoridades, malos técnicos, malos profesionales. La mala educación tiene repercusiones muy profundas en la sociedad. Los estudiantes que asisten a colegios con baja calidad educativa no adquieren las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos del mercado laboral. Esto se traduce en una fuerza laboral poco calificada, lo que perpetúa el ciclo de la pobreza y limita las oportunidades de desarrollo económico del país. Así también, con una mala educación, los ciudadanos no saben elegir bien a sus autoridades, 

No tener una educación de calidad contribuye a la perpetuación de la desigualdad social. Los estudiantes de familias con menos recursos económicos tienen menos acceso a instituciones educativas de calidad, lo que limita sus posibilidades de ascender social y económicamente. Esta brecha educativa se convierte en un obstáculo casi insalvable para muchos jóvenes.

Entre las principales causas de la mala educación se encuentran la falta de inversión en infraestructura y recursos educativos, la mala gestión de las autoridades educativas y la prevalencia de instituciones que priorizan el lucro por encima de la calidad educativa. En muchos casos, los docentes no reciben una formación adecuada y no cuentan con las herramientas necesarias para ofrecer una educación de calidad. La corrupción también juega un papel importante en la perpetuidad de este problema. Los fondos destinados a la educación a menudo son mal utilizados o desviados, lo que deja a las escuelas sin los recursos necesarios para mejorar. Las autoridades responsables de la supervisión y regulación del sistema educativo a menudo no cumplen con su deber de garantizar una educación de calidad para todos.

Para abordar el problema de la mala educación, es esencial implementar una serie de medidas que aborden tanto las causas estructurales como las inmediatas:

Aumento de la inversión en educación: Es fundamental destinar más recursos a la construcción y mantenimiento de infraestructuras educativas, así como a la compra de materiales didácticos y tecnológicos.

• Formación y capacitación docente: Los docentes deben recibir una formación continua y de calidad que les permita desarrollar sus habilidades pedagógicas y adaptarse a las nuevas necesidades educativas.
• Transparencia y rendición de cuentas: Es necesario implementar mecanismos de control y supervisión que garanticen el uso adecuado de los fondos destinados a la educación y prevengan la corrupción.
• Fomento de la equidad educativa: Se deben diseñar políticas que promuevan la igualdad de oportunidades educativas para todos los estudiantes, independientemente de su origen socioeconómico.
• Participación de la comunidad: La colaboración entre padres, docentes, autoridades y sociedad civil es crucial para mejorar la calidad educativa y garantizar que las necesidades de los estudiantes sean atendidas.

La mala educación es un problema complejo que afecta profundamente el desarrollo de un país y que no permite romper el ciclo de la pobreza. 

Felipe Llenque Tume es doctor en Administración, past decano del Colegio Regional de Licenciados en Administración (Corlad Chimbote), director de la Escuela de Administración en la Uladech Católica, consultor en capacitación y asesoría empresarial a sectores económicos de producción y servicios, y miembro del Directorio de Sedachimbote.

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Rsd2024rsd2024 · LA COLUMNA DEL DÍA | Una mala educación perpetúa la pobreza en un país