LA COLUMNA DEL DÍA | Las múltiples soledades
Creado el Lunes, 17 de Agosto del 2020 10:19:49 am
Quizá uno de los libros más emocionantes e inteligentes que se hayan escrito en el siglo pasado [y que haya podido leer], es el Libro del desasosiego. Pessoa y su filosofía, el pensamiento elevado cabalgando hacia la dentrura de nuestra soledad. No hay lector que no se haya sentido aludido o tocado al adentrarse en sus páginas, estoy seguro; son los múltiples espejos activados reflejando nuestro mundo interior. Volver al libro estos días [catorce años después], ha constituido un regreso al abismo, a un pozo que mira al cielo, a un libro subrayado hasta el hartazgo en sus frases y discursos, en sus íntimos secretos.
Cada lector tiene frases lúcidas e inacabables que atesora, que testimonian la rareza, la soledad y la contradicción de los [intentos de] seres humanos que habitamos este mundo. Cada lector bebe a su modo de la alta poesía. En el libro del cual me ocupo, nada sobra en el epicentro emocional de un autor que necesita ser escuchado, que en su desesperación se habla a sí mismo para escucharse: “Mi mundo imaginario siempre ha sido el único mundo verdadero para mí. Nunca he disfrutado de amores tan reales, tan llenos de vigor, de sangre y de vida como los que mantuve con quienes yo mismo creé. ¡Qué loco! Siento nostalgia de ellos porque, como los demás, también pasan…”
Cuaderno de la pérdida, de la imposibilidad de un sentido para la vida, su relectura me ha llevado a revisar y comparar la pandemia y el aislamiento social que hoy experimentamos con lo que Pessoa escribió. En este mundo sin afectos, sin entusiasmo y sin abrazos, interesado únicamente en la verdad que queremos ver desde nuestro individualismo, la escritura no sirve de mucho; el mismo autor se hostiga y desconoce, se cansa de la vida y defiende la inutilidad de la misma, se sumerge en la tristeza y el horror de una existencia exhausta e indefinida. Son varias las soledades que aquí afloran, pero una sola es la voz del desasosiego [y a su vez] de la verdad, de la lúcida confesión y la tristeza sin horizonte a la vista. ¿Qué hacer con el pensar, con el pensar y sentir [a la vez] y viceversa?
Las múltiples soledades nos conducen a analizar cómo vivir, cómo existir y sobrevivir en llamas, sin la bota del pensamiento aplastándonos la cabeza.
* Augusto Rubio Acosta es poeta, narrador, periodista y gestor cultural