LA COLUMNA DEL DÍA | Crónica de un viaje loco
Creado el Lunes, 13 de Marzo del 2023 10:14:39 am

Alrededor de las siete de la noche del viernes, cuando viajaba de Lima hacia Chimbote fui testigo del momento en que el huaico inundaba la vía panamericana, en el tramo entre el peaje de Huarmey y La gramita. Con la bendición de Dios y la Virgen, pude rápidamente subir (pasar) a la vía en sentido contrario (que va de norte a sur) protegido circunstancialmente por un tráiler que iba delante mío, abriéndose paso lentamente y contra el tráfico. En medio de la oscuridad, observé que dos camiones quedaban atrapados en el agua y lodo que crecía rápidamente y que horas más tarde terminaría inundando también la calzada por la que me desplazaba.
Como dicen, no fue mi día, si mi vehículo o cualquier otro hubiera quedado atrapado por el huaico, el desenlace hubiera sido fatal, al retornar, puede observar las toneladas de lodo sobre la pista, por varios kilómetros, mientras que la concesionaria de la vía sólo atinó a formalizar el desvío contra el tráfico que tuve que tomar para evitar el huaico.
Superado el susto en Huarmey, llegué a Casma donde tuve que detenerme porque el puente provisional sobre el río Loco había sido cortado para evitar que actúe como dique y siga inundándose la ciudad. Esperé con paciencia, pero sólo al amanecer se abrió el tránsito peatonal y observé el dramático cruce de miles de ancianos, niños y personas que, forzadas por sus circunstancias, se vieron obligadas a cruzar caminando por varios kilómetros, nadie informaba nada luego de veinticuatro horas, el desconcierto me obligó a dar media vuelta y regresar a Lima.
En medio del caos, estuvieron desde el primer momento miembros de la PNP y del serenazgo casmeño haciendo lo que podían. Al amanecer, aparecieron brigadistas del MINSA quienes desde muy temprano se multiplicaban para atender a todo aquél que los necesitara, a estas personas y desde esta columna extiendo mi reconocimiento por su ardua y honrosa labor, en medio de las limitaciones que tienen para efectuar su trabajo.
Sin embargo, no puedo decir lo mismo de las autoridades llamadas a resolver o mitigar el problema, la concesionaria de la red vial y el MTC están al mismo nivel de incompetencia porque no hay excusa que justifique una demora que llega a los seis años, para construir un pequeño puente.
También hay responsabilidad en el GRA, que con los millones que tiene nunca programó la construcción de otra conexión vial o siquiera de otro puente, que bien puede ubicarse unos kilómetros más arriba del lugar en que el gobernador Noriega intentó hacer un badén que no funcionó y lo peor fue que salió en medios nacionales diciendo que se restablecería el tránsito al mediodía del sábado. Este irresponsable mensaje sacó a Casma de la problemática nacional y ninguna autoridad del gobierno se preocupó hasta el domingo, cuando recién se dieron cuenta que la vía panamericana estaba colapsada, porque en Casma no había pase desde hacía más de 30 horas.
Es desconcertante que hayan pasado seis años desde que el puente se cayera por efectos del fenómeno del “Niño” en el 2017 y que no se haya podido reponer una infraestructura apropiada para soportar el tránsito habitual y las cíclicas crecidas del río, más aún que, hace buen tiempo se menciona que una derivación del cambio climático sería que estos fenómenos sean cada vez más recurrentes.
Lamentablemente, este hecho solo sería el inicio del problema climático anunciado, para el que no estamos preparados y nuestras autoridades menos.
Audio:
Rsd2022rsd2022 · LA COLUMNA DEL DÍA | Crónica de un viaje loco
