LA COLUMNA DEL DÍA | Por nuestros frutos nos conoceréis
Creado el Miércoles, 28 de Junio del 2023 09:44:22 am
Hay muchas inquietudes que surgen en el común de las personas que parecieran que son muy fáciles de responderlas, aunque muy difíciles de ponerlas en práctica. Preguntas como: ¿se puede acabar con la pobreza que existe en el mundo? ¿Se puede combatir y acabar con la inseguridad ciudadana en todas sus modalidades? ¿Se puede combatir a la corrupción? Por supuesto que la respuesta es sí se puede.
Entonces, si la respuesta es positiva, por qué no se pone en práctica. Qué es lo que hace falta. En mi sentido común que, seguro coincidirá con el de otras personas, es que estos y otros males que aquejan a la sociedad hoy en día constituyen un gran negociado para ciertos grupos de poder enquistados en los gobiernos y también para organizaciones criminales que disfrazadas de organizaciones formales hacen y deshacen, a su antojo de las leyes o normas que ya existen.
Por supuesto que, para que todo ello funcione, se hace indispensable que el sistema social, político, económico, cultural, etc. calcen a la medida de quienes quieren que existan las condiciones para que todos estos males funcionen con absoluta normalidad. Pero, hay algo más importante que no se debe de soslayar, es la actitud del ser humano por permitir o combatir con todo aquello que le hace daño.
Si tenemos una sociedad en la que la familia, como célula básica, fundamental para una buena convivencia está desarticulada, está contaminada de acciones que malogran esa sana convivencia, qué se puede esperar. Si los valores como la honestidad, el respeto, la justicia, la integridad, entre otros, no se practican a grandes dimensiones, entonces qué podemos esperar. Se dice que por sus frutos se conoce al árbol, y así es efectivamente. No podemos esperar, por ejemplo, que en una sociedad donde las autoridades no se preocupan por mejorar las condiciones de vida de las personas, traten de obtener más rentas que les permitan hacer más y mejores obras.
En un país, donde sus autoridades hacen lo que creen que es conveniente para ellos y los miembros de sus grupos. En un país donde no se respeta el equilibrio de poderes. En un país donde quienes salen elegidos para gobernar tienen una larga data prontuariada muchas veces ocultada o disfrazada de ser “buenas personas”. En un país donde el gánster, el delincuente, a veces es mejor tratado que la persona sana, que la persona honrada. Qué se puede esperar.
Por supuesto que, tampoco es quedarse con las manos cruzadas y ver que en esa sociedad los “vivos” se reparten la torta y “jalan agua para su molino”. Es necesario el actuar de cada uno de nosotros para acabar con ese tipo de personas y de grupos que hacen mucho daño a la sociedad y solo así podríamos decir que, las preguntas planteadas al inicio de este artículo, son fáciles de resolver.
Debemos vivir y convivir en situaciones de resiliencia y salir airosos. Solo así podremos ir acabando poco a poco con los males que aquejan a nuestra sociedad. Aunque suene a utopía, puedo decir que, poniendo cada uno de nosotros lo mejor que tenemos y sabemos hacer, haremos de este mundo un lugar sano para vivir.
Felipe Llenque Tume es doctor en Administración, past decano del Colegio Regional de Licenciados en Administración (Corlad Chimbote), director de la Escuela de Administración en la Uladech Católica, consultor en capacitación y asesoría empresarial a sectores económicos de producción y servicios, y miembro del Directorio de Sedachimbote.
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