LA COLUMNA DEL DÍA | El amor como preferencia por los pobres
Creado el Jueves, 1 de Junio del 2023 01:01:01 am
La peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual. “Para la Iglesia la opción por lo pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica. Dios les otorga su primera misericordia.” Esta opción- señala Benedicto XVI- está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza” (Lumen Fidei, 2000).
Esta preferencia divina tiene consecuencias en la vida de fe de todos los cristianos, llamados a tener los mismos sentimientos de Jesucristo. Hay una inseparable conexión entre el ejemplo de Cristo y un efectivo amor fraterno. Cristo envió a su iglesia a anunciar el evangelio a todos los seres humanos, a todos los pueblos. Puesto que cada ser humano nace en el seno de una cultura, la Iglesia busca alcanzar no solamente al individuo, sino a la cultura del pueblo. El pueblo se evangeliza continuamente así mismo, empezando con la familia que es la iglesia doméstica. Pueblo es siempre el resultado de su propio proceso histórico en busca de su destino y no determinado por un poder dominante, resiste a toda forma de opresión y entra en conflicto con un orden excluyente, pero siempre buscando la unidad. No se busca aniquilar al otro sino de incluirlo en una paz social.
La fe no es una propiedad teórica, sino una manera de vivir. Solo podemos reconocer a Cristo cuando lo dejamos decidir sobre nuestra vida. Debemos estar disponibles para que Él puede realizar por medio de nosotros las obras que el Padre le dio, obras de bondad, justicia, compasión y amor: “los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, una Buena Nueva llega a los pobres (Mateo, 11,5). Nos toca a nosotros cumplir con este mensaje y ejemplo con la fuerza de Cristo. El juicio final será sobre nuestros actos de amor a los pequeños de este mundo. No seremos juzgados tanto por nuestra fe teórica sino por nuestra practica religiosa. “No bastará con decirme: ¡Señor! ¡Señor!, para entrar en el reino de los Cielos; más bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo. Aquel día muchos me dirán: ¡Señor, Señor!, hemos hablado en tu nombre, y en tu nombre hemos expulsado demonios y realizado muchos milagros. Entonces yo los diré claramente: Nunca los conocí. ¡Aléjense de mí ustedes que hacen el mal! (Mateo, 7, 21-23).
“El pobre cuando es amado, “es estimado como de alto valor”, y esto diferencia la auténtica opción por los pobres de cualquier ideología, de cualquier intento de utilizar a los pobres al servicio de intereses personales o políticos” (Francisco).
*Padre Johan Leuridan, OP, doctor en Teología en la Universidad Urbaniana (Vaticano), personalidad meritoria de la Cultura del Ministerio de la Cultura, miembro honorario de la Academia de la Lengua, doctor honoris causa de la Universidad de San Marcos y autor del libro "El Sentido de las Dimensiones éticas de la Vida".