LA COLUMNA DEL DÍA | Agua: recurso vital para el futuro de la región Áncash
Creado el Miércoles, 8 de Junio del 2022 12:20:11 am
En pleno siglo XXI, nadie que viva sobre la faz de la tierra puede dejar de reconocer que el agua es un recurso esencial para la vida y para el desarrollo sostenible de los territorios y de los países. Es imposible la existencia de la vida en el presente y en el futuro sin asegurar la disponibilidad y acceso a este líquido vital llamado agua.
Asimismo, hoy en medio de la más grave crisis económica y social de las últimas décadas, generada por la emergencia sanitaria y agravada por la guerra entre Rusia y Ucrania, la FAO y todos los especialistas del Perú y del mundo alertan sobre la inminente crisis alimentaria, al ponerse en peligro la próxima campaña de producción de alimentos por el excesivo incremento de los precios de los fertilizantes y agroquímicos y por el abandono del agro por el gobierno nacional y los gobiernos regionales como el de Áncash.
Esta situación alarmante para el 2022 y en los próximos años, puede agravarse más, cuando en pleno proceso de cambio climático el gobierno nacional y los gobiernos regionales no adoptan políticas públicas que permitan prepararse para afrontar en el futuro situaciones adversas generada por el Fenómeno El Niño y periodos extremos de sequía que reduzca drásticamente la disponibilidad de agua para consumo humano y para irrigar los campos que aseguren la producción y el abastecimiento de alimentos.
En el caso específico de Áncash, las diferentes gestiones del Gobierno Regional, incluidas las últimas de Álvarez, Waldo Ríos, Morillo y Henry Borja, no han tenido la visión ni la capacidad técnica y política para impulsar un programa regional de inversiones que asegure el recurso agua para el presente y para el futuro en las 20 provincias.
Como sabemos, el Perú al ser un territorio de montaña es uno de los tres países en el mundo más vulnerables al cambio climático. Por ello, en los próximos 10, 30 y 50 años las crisis más graves en el mundo serán la del agua y la alimentaria, siendo evidente que la falta de agua junto a los problemas de semillas y fertilizantes afectará directamente la producción de alimentos.
Es paradójico que una región como Áncash, que tiene uno de los ríos más importantes de la cuenca del Pacífico, como el río Santa, por una gestión irresponsable del Gobierno Regional y del proyecto Chinecas, renuncie a gestionar y usar sus aguas para el desarrollo regional y, especialmente, para los valles del Santa, Lacramarca, Nepeña y Casma, dejando que La Libertad y el proyecto Chavimochic manejen a su regalado gusto la distribución de dichas aguas.
Por encima del cumplimiento de la Ley 31345, renunciar a la bocatoma única será hoy y sobre todo para el futuro de la región Áncash, cuando en 30 años ya no existan nevados en la Cordillera Blanca, renunciar al uso legítimo y justo de las aguas del río Santa. Como todos sabemos, en el futuro solo el trabajo de las comunidades de las partes medias y altas de la cuenca, que en un 80% pertenecen a la región Áncash, serán las únicas que garanticen la existencia de agua en el río.
Luchar hoy por la bocatoma única para el proyecto Chinecas es una obligación técnica y moral. Si hoy no luchamos para defender el agua que nos pertenece y para invertir en siembra y cosecha de agua en las 20 provincias de la región Áncash, mañana cuando haya sequía no podremos mirar el futuro con la frente en alto. El tiempo lo dirá.
* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, ex candidato a la Gobernación Regional de Áncash.