EDITORIAL SODOMCO. San Martín de Porres
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:32:49 pm
Yo creo que San Martín es grande por su humildad, por su sencillez. Todo lo que San Martín hacía, lo hacía pensando en su prójimo, pensando en los más pequeños. Él no quería figurar él siempre quería estar al final de todo.
Y todo esto, el amor a los pobres, el amor a los pequeños estaba fundamentado en algo grande también; en el amor que tenía a esos pequeños.
Yo creo que San Martín de Porres tiene mucho que enseñarnos sobre todo en este tiempo en el que el ser humano, la persona a veces no está muy dispuesta a colaborar, a interesarse por su prójimo.
San Martín nos enseña de que es posible convivir en medio de una sociedad pensando no solamente en mí sino en el prójimo, en el más necesitado. San Martín, entonces es grande por su humildad y por su sencillez.
Y otra de las cosas importantes que debemos preguntarnos de San Martín es, qué es lo que le llevó a San Martín a ser santo. Muchas veces podemos creer que los santos fueron personas extraordinarias y no es tanto así.
Martín fue santo, porque llevó una vida muy sencilla, una vida ordinaria y llegó a ser santo porque las cosas pequeñas u ordinarias, las hizo extraordinarias y ahí está la grandeza de San Martín.
Cuando uno contempla la imagen de San Martín de Porres lo primero que ve es, a sus pies, los tres animalitos: el perro, gato y el pericote. Pero San Martín de Porres tiene otros símbolos grandes y maravillosos: la escoba y su crucifijo. Dicen que la escoba y el crucifijo fueron sus compañeros de toda la vida. Esto demostraba, en primer lugar, el amor que San Martín de Porres tenía a Jesucristo crucificado, a ese Cristo que había dado la vida por cada uno de nosotros. Este era el amor de San Martín a Jesucristo en la Eucaristía.
Dicen que cuando Martín comulga iba, después de recibir la Comunión, al fondo del templo y se sentaba, oraba y le pedía perdón a Jesús.
Otro de los símbolos importantes de San Martín es su escoba. La escoba, no solamente servía para barrer el polvo o la basura que había por los atrios y los claustros del convento de Santo Domingo, la escoba significa que debemos limpiar nuestra vida, nuestro corazón de todas las cosas malas a veces del resentimiento, la cólera, el odio o la vanidad, de todas aquellas cosas que nos alejan de Dios.
Que San Martín de Porres nos ilumine, acompañe y sobre todo que San Martín nos haga ser santos como él y no olvidemos que todos los católicos, todos los bautizados estamos llamados a ser santos como Jesucristo y San Martín lo fueron.
*P. Reinaldo Montenegro, O.P.
Director de la Casa San Martín de Porres
Escuche la versión radial: {audio}editorialsodomco2noviembre.mp3{/audio}
Foto: Internet