OPINIÓN. Por un Chimbote limpio de ruidos
Creado el Miércoles, 25 de Abril del 2012 02:27:16 pm
Si bien es cierto que la contaminación ambiental y de la bahía sigue siendo una lacra y un verdadero desafío para este siglo XXI, la contaminación acústica no puede ser considerado un tema menor en la agenda social de las próximas décadas.
Vivir, como es mi caso y el de tantos conciudadanos, cerca de la carretera Panamericana o de cualquier otra pista, es un verdadero tormento. No sólo de día sino, abusiva e incomprensiblemente, de noche los conductores de ticos, colectivos y combis se la agarran por doquier con el claxon sin miramientos ni remilgo alguno.
Con tal de “ganar” un cliente, nos acribillan a bocinazos a toda hora. Sinceramente, comprendo por qué tienen que tocar el claxon. Los clientes somos los que buscamos sus servicios; no necesitamos que nos avisen para decidirnos a subir a sus tantas veces destartaladas unidades de transporte. Si el mismo empeño que ponen para “ganar” clientes, lo pusieran para mejorar el servicio, todos saldríamos ganando, viviríamos y dormiríamos más tranquilos.
Lejos de una mera lamentación, sirvan estas letras para invocar a la reflexión, a la autocrítica y al compromiso de todos para lograr convertir a Chimbote en una ciudad más limpia y libre de ruidos molestos. Sinceramente, creo que es posible. Sólo basta con caer en la cuenta y proponernos conseguirlo. Todos y cada uno tenemos que poner de nuestra parte.
No es suficiente el compromiso de los conductores, si no ayudan las autoridades y la policía. También los docentes deberán educar a las nuevas generaciones y ayudar a descubrir la belleza del silencio; esa genuina necesidad del alma que busca la serenidad y la palabra llena de sentido. No puede faltar el compromiso de empresarios y vecinos para evitar ruidos excesivos en los comercios, fábricas y en los propios hogares.
Sin silencio, no hay encuentro con los demás ni con Dios, ni paz, ni siquiera palabra verdadera, ni descanso posible. ¿Te animas a descontaminar un poco nuestra ciudad? Comencemos, pues, a silenciar nuestros propios ruidos interiores porque nadie da lo que no tiene.
Como señala Benedicto XVI, hoy necesitamos “redescubrir el sentido del recogimiento y del sosiego interior, (...) volver a aprender el silencio, la apertura a la escucha, que nos abre al otro, a la Palabra de Dios” (7 marzo 2012). Iniciemos hoy esta campaña por un Chimbote limpio de tantos ruidos molestos.
P. Jaume Benaloy Marco
Sacerdote de la Diócesis de Chimbote
Foto: parabuenosaires.com