OPINIÓN: ¿Asesinato premeditado?... Y una abominable incapacidad de respuesta
Creado el Lunes, 26 de Septiembre del 2011 11:52:43 pm
En los últimos años miles de niños y niñas han muerto y siguen muriendo en el país como consecuencia directa de una absoluta indiferencia del gobierno central y sus malas políticas económicas sin inclusión social y, lo que es aún peor, al menos seis de ellos mueren cada día por desnutrición y enfermedades. Esta es la cifra de niños y niñas que reflejan cómo muchos de ellos van quedado incapacitados de por vida o vienen sufriendo daños graves producto de malas praxis sanitarias o alimentos envenenados.
El 21 de setiembre hemos sido testigos, y con horror, del sufrimiento y pánico expresado por criaturas inocentes cuyo único delito es ser extremadamente pobres y de una zona altoandina olvidada e inaccesible a un centro médico que tal vez hubiese evitado este fatal desenlace. Hoy la I.E. N° 82311 del caserío Redondo, en el distrito de Cachachi en Cajabamba, Cajamarca, se constituye pues en el emblema del horror, la desesperación y del olvido de un sistema que todavía es ineficiente e incapaz de dar respuestas oportunas y asertivas ante actos que pudieron evitarse.
En esta hora trágica e indignante manifiesto mi más profunda solidaridad y exigencia de sanciones ejemplares a responsables de tanta desidia y abandono. El dolor que embarga a decenas de estas humildes familias por la pérdida de sus niños, sus seres más queridos, los que ya no tendrán un nuevo amanecer en sus frías chozas de paja y de barro.
El presidente Ollanta deberá extender su mano solidaria pero al mismo tiempo actuar con firmeza y no descansar hasta ver severamente castigados a los responsables de esta terrible negligencia sanitaria y asistencial.
Que la labor de nuestro presidente no sea solo lírica, que sea la expresión más vívida y edificante por la vida y la salud de una infancia abandonada, pero que sus acciones y la muerte de estos inocentes niños quechuahablantes en su mayoría salga del corazón y del alma del nuevo sistema que queremos edificar… y no solo del cerebro intelectualoide de tecnócratas, y pasar por agua tibia las abominables incapacidades de gestores que aún no han aprendido a actuar ni a estar a la altura de respuestas valederas y actitudes de lucha genuina contra la extrema pobreza de nuestros pueblos.
Milagros del Rosario
Investigadora en Salud Pública y Gestión.