Monseñor Cabrejos pide fomentar una minería responsable
Creado el Viernes, 30 de Septiembre del 2022 06:15:03 pm | Modificado el 02/08/2024 10:59:52 am
El presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) y del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Miguel Cabrejos, pidió que se fomenten prácticas responsables que apunten al cuidado de la persona humana, usando adecuadamente los recursos naturales, respondiendo a compromisos claros desde la responsabilidad social y la opción preferencial por los pobres.
Ese llamado se realizó durante su conferencia magistral en la convención minera más importante del Perú- PERUMIN 2022, que se desarrolla en Arequipa del 26 al 30 de septiembre.
“La transparencia en la información sobre la gestión en particular de los procesos mineros, deben permitir prevenir y encarar la transformación de los conflictos socioambientales, con metodologías adecuadas”, instó Cabrejos a los diferentes sectores de la sociedad como Estado, empresas mineras y comunidades a tener una relación certera y accesible, con el objetivo de evitar los conflictos sociales en las zonas donde se desarrolla la actividad minera en el país.
Asimismo, exhortó al sector minero a posicionarse como un verdadero modelo de industria, dispuesto a cumplir con prácticas responsables en el contexto laboral, sin perder de vista que la industria debe avanzar y seguir aportando al desarrollo del país.
Recordó que la sobreexplotación de los recursos naturales, tiene efectos dañinos sobre la salud de las poblaciones de los centros mineros y de los grupos poblacionales que viven más allá de las zonas mineras, muchas veces sufriendo las afectaciones ambientales que pueden generarse por esta actividad.
Asimismo, advirtió que solo tenemos un planeta, que no hay un plan B y “No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socioambiental” como lo afirma la encíclica Laudato Si’, por lo que abogó por un uso responsable de los recursos minerales.
Manifestó que los pobres deben ser reconocidos como personas capaces, que se les han negado las oportunidades para desarrollar sus capacidades y se les han vulnerado sus derechos.
También dijo que se debe encaminar hacia procesos más responsables, así como a la rehabilitación de las zonas mineras, asegurando que las comunidades más pobres puedan seguir viviendo y mejorando su calidad de vida.
“Debemos recordar que, junto a los pobres, los pueblos originarios aparecen como demandantes de nuestra responsabilidad social” y los proyectos mineros deberían tener especial cuidado respecto a la preservación de la cultura de los pueblos originarios.
En esta línea, insistió en que “no es posible que las comunidades pobres, entre las que se cuentan generalmente los pueblos originarios, sigan siendo pobres en el proceso o incluso al término de la actividad minera”.
Por ello, propuso que las acciones participativas sirvan para cerrar las brechas sociales, lo que necesitará de una institucionalidad pública sólida y éticamente solvente; además de la participación de las comunidades y la sociedad civil en la evaluación y fiscalización ambiental.
Finalmente, Cabrejos manifestó que confía en que hacia el 2030 la minería en el Perú sea más inclusiva, esté integrada social, ambiental y territorialmente apelando a una buena gobernanza que le permita un desarrollo sostenible, porque a lo largo del tiempo se ha consolidado como una actividad competitiva e innovadora que goza de la valoración de la sociedad peruana. (L.U. – RSD Noticias).