Sabías que?
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:27:58 pm
saben por experiencia que no siempre su vida es iluminada por aquel fervor sensible que hace exclamar: « Bueno es estarnos aquí » (Mt 17, 4). Sin embargo, es siempre una vida « tocada » por la mano de Cristo, conducida por su voz y sostenida por su gracia.«Levantaos, no tengáis miedo». Esta invitación del Maestro se dirige obviamente a cada cristiano. Pero con mayor motivo a quien ha sido llamado a «dejarlo todo» y, por consiguiente, a «arriesgarlo todo» por Cristo. De modo especial es válida siempre que, con el Maestro, se baja del «monte» para tomar el camino que lleva del Tabor al Calvario.
Al decir que Moisés y Elías hablaban con Cristo sobre su misterio pascual, Lucas emplea significativamente el término «partida» (éxodos): «Hablaban de su partida, que iba a cumplir en Jerusalén» (Lc 9, 31). «Éxodo»: término fundamental de la revelación, al que se refiere toda la historia de la salvación, y que expresa el sentido profundo del misterio pascual. Tema particularmente vinculado a la espiritualidad de la vida consagrada y que manifiesta bien su significado. En él se contiene inevitablemente lo que pertenece al mysterium Crucis. Sin embargo, este comprometido «camino de éxodo», visto desde la perspectiva del Tabor, aparece como un camino entre dos luces: la luz anticipadora de la Transfiguración y la definitiva de la Resurrección.
La vocación a la vida consagrada —en el horizonte de toda la vida cristiana—, a pesar de sus renuncias y sus pruebas, y más aún gracias a ellas, es camino « de luz », sobre el que vela la mirada del Redentor: «Levantaos, no tengáis miedo».