Sabías que?
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:05 pm
las víctimas de enfermedades contagiosas, demostrando que la entrega hasta el heroísmo pertenece a la índole profética de la vida consagrada.La Iglesia admira y agradece a las personas consagradas que, asistiendo a los enfermos y a los que sufren, contribuyen de manera significativa a su misión. Prolongan el ministerio de misericordia de Cristo, que pasó « haciendo el bien y curando a todos » (Hch 10, 38). Que, siguiendo las huellas de Cristo, divino Samaritano, médico del cuerpo y del alma, y a ejemplo de los respectivos fundadores y fundadoras, las personas consagradas que se dedican a estos menesteres en virtud del carisma del propio Instituto, perseveren en su testimonio de amor hacia los enfermos, dedicándose a ellos con profunda comprensión y participación. Que en sus decisiones otorguen un lugar privilegiado a los enfermos más pobres y abandonados, así como a los ancianos, incapacitados, marginados, enfermos terminales y víctimas de la droga y de las nuevas enfermedades contagiosas. Han de fomentar que los enfermos ofrezcan su dolor en comunión con Cristo crucificado y glorificado para la salvación de todos y, más aún, que alimenten en ellos la conciencia de ser, con la palabra y con las obras, sujetos activos de pastoral a través del peculiar carisma de la cruz.
La Iglesia también recuerda a los consagrados y consagradas que es parte de su misión el evangelizar los ambientes sanitarios en que trabajan, tratando de iluminar, a través de la comunicación de los valores evangélicos, el modo de vivir, sufrir y morir de los hombres de nuestro tiempo. Es tarea propia dedicarse a la humanización de la medicina y a la profundización de la bioética, al servicio del Evangelio de la vida. Que promuevan por tanto, ante todo, el respeto de la persona y de la vida humana desde la concepción hasta su término natural, en plena conformidad con las enseñanzas morales de la Iglesia, instituyendo también para ello centros de formación y colaborando fraternalmente con los organismos eclesiales de la pastoral sanitaria.