La Palabra del día 24 de diciembre del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:40 pm
Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó diciendo: Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas. Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Reflexión. La Navidad es un tiempo para la alabanza y la acción de gracias a Dios por el don supremo de su Hijo Jesucristo, nuestro Salvador. 1. Cánticos. El martes reflexionamos el Cántico de la María o Magníficat; hoy el cántico de Zacarías o Benedictus. Estos cánticos atribuidos a la Madre de Jesús y al padre de Juan son de las primeras comunidades cristianas, brotados de la experiencia de fe basada en la Encarnación, el ministerio y el Misterio Pascual del Hijo de Dios apenas sucedidos. Otros cánticos del NT del mismo contexto están en: 1Cor 13,1-13; Ef 1,3-14; 2,14-18; Fil 2,6-11; Col 1,15-20 y Ap 1,7; 4,8; 11,17-18; 12,10-12; 15,3-4; 18-19,8. 2. Cántico de Zacarías. El nacimiento de su hijo Juan desata la lengua a Zacarías para bendecir a Dios. Al contrario de María, su incredulidad le mereció el castigo de mudez hasta el momento del cumplimiento del anuncio. Zacarías comienza relatando el camino de fe de su pueblo desde Abrahán; luego habla del inicio de la realización de las promesas divinas; y al final señala el camino de Juan hasta el nacimiento de Jesús, sol de justicia que viene a darnos la paz. El cántico es una síntesis de toda la historia de la salvación. - Que el nacimiento de Jesús desate nuestra lengua para bendecir, agradecer y alabar a Dios por su misericordia. ¡Feliz Navidad!. 2Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16. Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: Mira, yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda. Natán respondió al rey: Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo. Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor: Ve y dile a mi siervo David: “Esto dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella? Yo te saqué de los ariscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre.” Salmo 88. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor. Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. Porque dije: Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R. Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades. R. Él me invocará: Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora. Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable. R.Fray Luis Galindo,O.P.