La Palabra del día 22 de diciembre del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:40 pm
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre." María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.Reflexión. La primera palabra del Ángel a María fue “alégrate”, la de Isabel “bendita” y después “dichosa”. En respuesta a estas palabras María canta la grandeza de Dios, resaltamos cuatro de sus expresiones:
1. “Proclama mi alma”. Desde lo más profundo de su ser alaba a Dios, al estilo de los grandes de fe del AT, ante las obras del Señor, como la liberación de Egipto o de Babilonia. El estilo de Dios es fijarse en lo sencillo, en lo que a los ojos de los hombres es insignificante. Así se fijó en esta jovencita de Nazaret para hacerla Madre de su Hijo, y Jesús después la convertirá en Madre de todos sus discípulos.
2. “Me felicitarán”. Su prima Isabel fue la primera en felicitarla por los dones divinos que recibió. Ella misma profetiza que todas las generaciones la felicitarán por lo que Dios obró en Ella. La felicitación es deber de todo discípulo de Jesús; en la Cruz fuimos donados a María como hijos, y a la vez, Jesús nos donó a su Madre como nuestra. La recta devoción a María es reconocer la grandeza y el poder de Dios en Ella.
3. “Hace proezas”. La Escritura nos narra las maravillas que Dios obra en favor de su Pueblo. De modo especial, manifiesta cómo lo favorece, protege, libra, defiende y da victorias ante los ataques de los poderosos que son muy superiores en número y en fuerza humana. La máxima proeza es ciertamente la Encarnación, junto con la Resurrección y la efusión del Espíritu Santo. Ese es el Dios de nuestra fe.
4. “Auxilia a Israel”. El Señor nunca deja desamparado a su pueblo, a pesar de que éste si le abandona y deja de confiar en Él. A lo largo de todas las generaciones Dios se manifiesta siempre cercano a sus elegidos; no ha dejado de realizar ninguna de sus promesas. Sus promesas son también un motor para seguir adelante y por ello nuestra confianza y nuestro amor deben crecer cada día sin límites.
- Al final Lucas dice que María acompañó a su prima tres meses y después volvió a su casa. En san Juan se dice que el discípulo acogió a María en su casa. Desde ese día el corazón de todo discípulo es una casa para María, Ella debe estar presente para ayudarnos a alabar, a confiar y a servir a su Hijo.
2 Samuel 1,24-28. En aquellos días, cuando Ana hubo destetado a Samuel, subió con él al templo del Señor, de Siló, llevando un novillo de tres años, una fanega de harina y un odre de vino. El niño era aún muy pequeño. Cuando mataron el novillo, Ana presentó el niño a Elí, diciendo: "Señor, por tu vida, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti, rezando al Señor. Este niño es lo que yo pedía; el Señor me ha concedido mi petición. Por eso se lo cedo al Señor de por vida, para que sea suyo." Después se postraron ante el Señor.
Interleccional: Mi corazón se regocija por el Señor, mi Salvador. 1 Samuel 2,1-8. Mi corazón se regocija por el Señor, mi poder se exalta por Dios; mi boca se ríe de mis enemigos, porque gozo con tu salvación. R. Se rompen los arcos de los valientes, mientras los cobardes se ciñen de valor; los hartos se contratan por el pan, mientras los hambrientos engordan; la mujer estéril da a luz siete hijos, mientras la madre de muchos queda baldía. R. El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y levanta; da la pobreza y la riqueza, humilla y enaltece. R. Él levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para hacer que se siente entre príncipes y que herede un trono de gloria. R.
Fray Luis Galindo,O.P.