Con ocasión de la beatificación de Juan Pablo II se expondrá a la veneración de los fieles una pequeña ampolla de sangre, insertada en el relicario preparado para la ocasión por la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:24:23 pm
nsertada en el precioso relicario que la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice ha hecho preparar» para este momento solemne y entrañable. Lo anuncia un comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede, señalando que es oportuno explicar brevemente, pero con precisión, el origen de esta reliquia.En los últimos días de la enfermedad del Santo Padre, el personal médico encargado realizó extracciones de sangre, para ponerla a disposición del Centro de transfusiones del Hospital Bambino Gesú, en vista de una eventual transfusión. Este Centro, era en efecto el que tenía a su cargo este servicio médico para el Papa.
Sin embargo, no se realizó ninguna transfusión y la sangre extraída quedó conservada en cuatro pequeños contenedores. Dos de los cuales quedaron a disposición del secretario particular del Papa Juan Pablo II, cardenal Dziwisz, y los otros dos han permanecido en el citado hospital, devotamente custodiados por las religiosas de este centro. Precisamente éstos son los que han sido colocados en dos relicarios.
Uno será presentado a la veneración de los fieles, en ocasión de la ceremonia de Beatificación, del uno de mayo, y luego se conservará en el ‘Sacrario’, a cargo de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, junto con otras importantes reliquias. El segundo se volverá a entregar al hospital pediátrico romano Bambino Gesú, cuyas religiosas, como se ha dicho, habían custodiado esta preciosa reliquia en estos años. La sangre se encuentra en estado líquido, circunstancia que se explica por la presencia de una sustancia anticoagulante, presente en las probetas en el momento de la extracción.