EDITORIAL RSD | Covid-19: avance incontenible en Áncash y actitud irresponsable de mucha gente
Creado el Domingo, 28 de Marzo del 2021 10:24:36 am
Aterran los reportes diarios de la Dirección Regional de Salud de Áncash porque muestran una realidad luctuosa cada vez más grave a causa de la covid-19: muertes al por mayor día tras día. Pero más aterra la actitud de mucha gente, porque, a pesar de las cifras de espanto, sigue teniendo en la calle un comportamiento irresponsable, exponiéndose y exponiendo a los demás al contagio de una enfermedad que ha mostrado ser imparable y que está causando mucho dolor a miles y miles de familias en Áncash, el Perú y el mundo.
Si nos atenemos a los reportes diarios, esta semana que aún no termina ya es una de las peores de la pandemia en la región: 101 muertes en seis días no es poca cosa: 11 el lunes, 13 el martes, 12 el miércoles, 20 el jueves, 26 el viernes, 19 ayer sábado… y falta el reporte de hoy domingo. El año pasado, durante el pico de la “primera ola”, tuvimos en siete días hasta 87 muertes, según los reportes de la Diresa. ¿Cuál será el pico de la “segunda ola”?
No somos capaces de abrir los ojos frente a la dura y cruda realidad que muestran los reportes y de entender que si no ponemos de nuestra parte la situación va a seguir empeorando. Los hospitales están repletos de personas infectadas con el nuevo coronavirus y las camas UCI son escasas; un paciente que la requiera tendrá que esperar a que alguien muera o logre salvarse y dejar libre su cama UCI. Y si el paciente está en casa y requiere de oxígeno medicinal, sus parientes tendrán dificultades para poder conseguirlo porque el insumo hoy tiene una altísima demanda.
Se entiende perfectamente la necesidad de salir a la calle a realizar actividades necesarias, pero lo que no se entiende es la falta de cuidado: gente sin mascarilla o usándola mal y sin mantener el distanciamiento físico, vehículos que incumplen los protocolos sanitarios, negocios con cantidad de clientes por encima de lo permitido, mercados donde no se observa el cumplimiento de los protocolos, centros comerciales donde la gente se junta peligrosamente, largas colas sin distanciamiento físico en los bancos, etc.
Se entiende perfectamente el estrés del “encierro”, pero lo que no se entiende son las salidas irresponsables para ir a jugar fulbito o vóley, o para ir a comer a una cebichería repleta de gente, o para ir a beber a un bar donde los protocolos sanitarios no existen.
Sí, es verdad, tenemos un precario sistema de salud que la pandemia ha desnudado por completo, pero a estas alturas tiene poco sentido llorar sobre la leche derramada; por el contrario, precisamente por eso estamos obligados a cuidarnos más; no hacerlo es jugar a la “ruleta rusa”. Ello no es óbice para continuar exigiendo al Estado en su conjunto y al gobierno de turno y a todas las autoridades competentes en particular, en primerísimo orden, acelerar el proceso de compra de vacunas y su posterior aplicación a la población. Y una vez pasada la pandemia, demandar el inicio de una reforma sanitaria profunda que apunte a un sistema único y universal de la salud, con un Ministerio de Salud como ente rector, con recursos económicos suficientes para dotar al sistema de todo lo necesario, con una red nacional de laboratorios de excelente calidad, etc.
Es probable que solo aquellos que han visto de cerca la covid-19, ya sea porque la padecieron ellos, alguien de su familia o alguna persona cercana, o porque son personal de primera línea y trabajan en algún hospital o centro de salud, o porque son policías que realizan operativos precisamente para contrarrestar la irresponsabilidad, es probable que solo ellos entiendan a cabalidad la magnitud y peligrosidad de la pandemia. Los demás quizás no, pero tal vez lo hagan recién cuando la tragedia toque la puerta de su casa. Ojalá eso no llegue a ocurrir, sin embargo no depende del azar, sino de la actitud responsable que asuma cada uno.
Radio Santo Domingo – RSD
Foto: Andina