Papa Francisco: “Dios se nos ofrece como nuestro refugio, nuestro cobijo”
Creado el Martes, 26 de Diciembre del 2023 10:32:26 am | Modificado el 26/12/2023 10:39:49 am
El ángel, para explicar a María cómo concebirá a Jesús, le dice: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra”. En su alocución previa al rezo mariano del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco reflexiona sobre lo que representa esta imagen, Dios que cubrirá a la Virgen con su sombra.
Para ello, Francisco recuerda que, en la tierra de María, perennemente soleada, una nube pasajera, un árbol que resiste a la sequía y ofrece cobijo, una tienda hospitalaria brindan alivio y protección.
En estas navidades, dijo, mientras vemos a parientes y amigos, si sabemos de alguien que las pasará solo, Francisco nos pregunta si podríamos ser una sombra que repara, una amistad que consuela, para las personas solas y necesitadas. "Pensemos en todos, pensemos en los marginados, en los que estos días están lejos de la alegría de la Navidad. Pensemos en todos con la bondad de Dios. Recuerden esta palabra: la bondad de Dios”.
La sombra es un don que restaura, afirmó el papa, “y el ángel describe precisamente así el modo en el que el Espíritu desciende sobre María, el modo de hacer de Dios: actúa como un amor gentil que abraza, fecunda y custodia, sin hacer violencia, sin herir la libertad”.
Seguidamente, el Santo Padre recordó que la Biblia presenta una imagen recurrente de la sombra que protege
“Pensemos en la nube que acompaña al pueblo de Dios en el desierto (cf. Ex 13,21-22), o en la planta que con su ramaje protege del sol al profeta Jonás (cf. Gn 4,6-11), o de nuevo en la sombra del Omnipotente que custodia a quien le es fiel, de la que hablan los Salmos (cf. Sal 91,1)”, dice.
La sombra habla, en suma, de la gentileza de Dios. Es como si Él dijera a María, pero también a nosotros, señaló Francisco: “Estoy aquí para ti y me ofrezco como tu refugio y tu cobijo: ven bajo mi sombra, quédate conmigo”.
Así se comporta el amor fecundo de Dios. Y ese amor lo podemos experimentar cada uno de nosotros, cuidando a los demás con amabilidad, entre nosotros. “Dios ama así y nos llama también a nosotros a hacer lo mismo: acogiendo, protegiendo y respetando a los demás”. (RSD Noticias).
Fuente: Vatican News