La Palabra del día 22 de octubre del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:29 pm
por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.Reflexión. Los creyentes hemos recibido el fuego del Espíritu Santo en nuestro Bautismo y Confirmación. Este fuego debe arder, dividir y separar en nosotros lo bueno de lo malo.
1. Fuego. En la Biblia el fuego es presencia de Dios, purificación, iluminación, protección, castigo, devastación, etc. Pero sobre todo, es el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego que vino a los Apóstoles en Pentecostés. Este fuego envió Jesús a sus discípulos para capacitarlos a ser portadores palabras de la Buena Noticia.
2. División. Sorprenden las palabras de Jesús, parecen contradecir su misión de haber de ser portador de la Paz. La paz es lo primero que dio a sus discípulos después de su resurrección. La división es el rechazo a su mensaje, que ocasionó persecución a los que se hacían discípulos, incluso en sus familias, y esto en todos los tiempos. Los que acogen al Señor son hombres y mujeres de paz, llenos de misericordia y tolerancia.
- El fuego del Espíritu Santo nos haga portadores de paz, incluso allí donde recibimos rechazo y oposición. Ten un feliz día.
Romanos 6,19-23. Hermanos: Uso un lenguaje corriente, adaptándome a vuestra debilidad, propia de hombres; quiero decir esto: si antes cedisteis vuestros miembros como esclavos a la inmoralidad y al desorden, para el desorden total, ponedlos ahora al servicio de la justicia para vuestra santificación. Cuando erais esclavos del pecado, la justicia no os gobernaba. ¿Qué frutos dabais entonces? Frutos de los que ahora os avergonsáis, porque acaban en la muerte. Ahora, en cambio, emancipados del pecado y hechos esclavos de Dios, producís frutos que llevan a la santidad y acaban en vida eterna. Porque el pecado paga con muerte, mientras que Dios regala vida eterna por medio de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Salmo 1. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor. Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. R. Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. R. No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. R.
Fray Luis Galindo,O.P.