La Palabra del día 17 de octubre del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:29 pm
también el Hijo del hombre se pondrá de su parte ante los ángeles de Dios. Y si uno me reniega ante los hombres, lo renegarán a él ante los ángeles de Dios. Al que hable contra el Hijo del hombre se le podrá perdonar, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando os conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de lo que vais a decir, o de cómo os vais a defender. Porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir."Reflexión. En los tres días anteriores Lucas nos habló de una comida a la que Jesús fue invitado. Al ser juzgado de no practicar ciertas costumbres, hizo duras críticas contra los fariseos y letrados. Al final de sus palabras la oposición por parte de estos grupos se acentuó. Hoy el Señor se dirige a sus discípulos para explicarles las implicancias de ser sus seguidores.
1. Ponerse de su parte. Todos los que se llaman cristianos, han de estar de su parte en todos los asuntos de la vida en la sociedad. Han de defender sus enseñanzas y de proponerlas para la vida del mundo. Si no lo hacen y le niegan, lo mismo hará el Señor cuando toque presentarse cara a cara ante él.
2. Advertir del pecado contra el Espíritu. Quien habla mal de Jesús, lo hace por ignorancia o porque no recibió de él una presentación adecuada. Por ello, será un pecado, que si hay arrepentimiento, se perdona. Pero el pecado contra el Espíritu Santo es imperdonable, porque supone que Dios inspira a través de él. En este caso, si se le niega o rechaza, no es posible el perdón, porque se cierra totalmente la vida y el corazón a Él.
3. Enseñanza del Espíritu. Jesús fue conducido a los tribunales y a las autoridades para ser juzgado. Sucederá también a sus discípulos en la misión. En esas circunstancias, tienen la ayuda del maestro por excelencia: el Espíritu Santo. Aquellos Apóstoles cobardes, fueron revestidos de su poder y fuerza y fueron capaces, no solo de llevar la Palabra de Cristo al mundo, sino también de morir como él y por él.
- En todo estamos departe de Jesús a quien seguimos, y con el poder del Espíritu Santo podemos hacer frente a cualquier dificultad que podamos encontrar en nuestra vida cristiana. Ten un feliz día.
Romanos 4,13.16-18. Hermanos: No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura: "Te hago padre de muchos pueblos." Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe, Abrahán creyó. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: "Así será tu descendencia."
Salmo 104. El Señor se acuerda de su alianza eternamente. ¡Estirpe de Abrahán, su siervo; hijos de Jacob, su elegido! El Señor es nuestro Dios, él gobierna toda la tierra. R. Se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra dada, por mil generaciones; de la alianza sellada con Abrahán, del juramento hecho a Isaac. R. Porque se acordaba de la palabra sagrada que había dado a su siervo Abrahán, sacó a su pueblo con alegría, a sus escogidos con gritos de triunfo. R.
Fray Luis Galindo,O.P.