Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:38 pm

Se acercó al primero y le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en la viña. Él le contestó: No quiero. Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: Voy, señor. Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?” Contestaron: El primero. Jesús les dijo: Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.

Reflexión. Reflexión. La Palabra nos invita hoy a vivir como hijos de Dios. Es decir, a ser agradecidos con nuestro Padre, a tratarnos como hermanos, y a imitar a Jesús su Hijo.
1. Jesús cuenta la parábola a los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo que le cuestionan su autoridad después de purificar el Templo. Estas personas se creían herederas del Reino de Dios. Pero representan al segundo hijo de la parábola porque no acogieron a Juan Bautista, auténtico profeta, ni acogen a Jesús el Profeta por excelencia. Dijeron si a Dios con su boca, pero no con sus acciones. Además, desprecian a los pecadores creyéndose buenos.
2. En la sociedad de tiempo de Jesús, pecador, era una categoría de persona. El peor pecado en un varón era ser publicano, y en una mujer ser adúltera. Estas personas con su vida dijeron no a Dios, pero ante la predicación de Juan y ante la presencia de Jesús se convirtieron y su vida en adelante es un sí, se hacen discípulas. Ahora entendemos la frase de Jesús: Los publicanos y prostitutas llegarán antes que ustedes al Reino de Dios.
3. ¿Qué hijo soy yo? ¿El que dice no y después recapacita, se convierte y dice sí? O ¿El que dice sí y con su vida es un no? Somos este hijo, hemos dicho al Señor sí en nuestro bautismo, confirmación, primera comunión, matrimonio, etc. Pero con nuestras acciones le decimos un rotundo no, somos infieles a nuestros compromisos de bautizados, esposos, padres, hijos, amigos, religiosos, etc. Nunca digamos sí cuando en la práctica diremos no.
- ¿Cómo ser un hijo coherente de Dios? Siendo agradecido, cultivando la fe: con la Eucaristía, la Palabra, viviendo en su continua presencia; siendo amigo, hermano de verdad, buscando siempre el bien de los demás; imitando a Jesús, nuestro hermano mayor. Ten un feliz día.

Sofonías 3,1-2.9-13. Así dice el Señor: “¡Ay de la ciudad rebelde, manchada y opresora! No obedeció ni escarmentó, no aceptaba la instrucción, no confiaba en el Señor, no se acercaba a su Dios. Entonces daré a los pueblos labios puros, para que invoquen todos el nombre del Señor, para que le sirvan unánimes. Desde más allá de los ríos de Etiopía, mis fieles dispersos me traerán ofrendas. Aquel día no te avergonzarás de las obras con que me ofendiste, porque arrancaré de tu interior tus soberbias bravatas, y no volverás a gloriarte sobre mi monte santo. Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde, que confiará en el nombre del Señor. El resto de Israel no cometerá maldades, ni dirá mentiras, ni se hallará en su boca una lengua embustera; pastarán y se tenderán sin sobresaltos.”

Salmo 33. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha. Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. R. Contempladlo, y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias. R. Pero el Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias. R. El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a él. R.

Fray Luis Galindo,O.P.

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