La Palabra del día 07 de abril del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:06 pm
permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.”
REFLEXIÓN.
En Juan 15,1-17 Jesús relata la parábola de la vid y los sarmientos, para expresar la profunda comunión con sus discípulos. Éste es el contexto del texto de hoy.
1. El círculo de amor. La fuente del amor es el Padre que ama a su Hijo, Jesús ama a los discípulos del mismo modo. A la vez, Jesús invita a sus discípulos a permanecer en su amor, que es amarle a él, y a Dios Padre.
2. Mandamientos. Jesús enseña su nuevo mandamiento: Ámense “como yo los he amado”. Ya no es el mandamiento antiguo, cuya medida del amor es el amar “como a ti mismo”. El nuevo, tiene como medida el amor de Cristo.
3. Alegría. Nada en el mundo da más alegría que sentirse amado y tener la capacidad amar de verdad. La alegría es plena, porque se tiene la certeza de ser amados por Dios, de saber de nuestro valor infinito y que nuestro precio es la sangre de Cristo.
- La misión del discípulo en el mundo es ser reflejo del amor de Dios. Ten un feliz día.
PRIMERA LECTURA: HECHOS 15,7-21.
En aquellos días, después de una fuerte discusión, se levantó Pedro y dijo a los apóstoles y a los presbíteros: Hermanos, desde los primeros días, como sabéis, Dios me escogió entre vosotros para que los gentiles oyeran de mi boca el mensaje del Evangelio, y creyeran. Y Dios, que penetra los corazones, mostró su aprobación dándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros. No hizo distinción entre ellos y nosotros, pues ha purificado sus corazones con la fe. ¿Por qué provocáis a Dios ahora, imponiendo a esos discípulos una carga que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido soportar? No; creemos que lo mismo ellos que nosotros nos salvamos por la gracia del Señor Jesús. Toda la asamblea hizo silencio para escuchar a Bernabé y Pablo, que les contaron los signos y prodigios que Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles. Cuando terminaron, Santiago resumió la discusión, diciendo: “Escuchadme, hermanos: Simón ha contado la primera intervención de Dios para escogerse un pueblo entre los gentiles. Esto responde a lo que dijeron los profetas: Después volveré para levantar de nuevo la choza caída de David; levantaré sus ruinas y la pondré en pie, para que los demás hombres busquen al Señor, y todos los gentiles que llevarán mi nombre: lo dice el Señor, que lo anunció desde antiguo. Por eso, a mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios; basta escribirles que no se contaminen con la idolatría ni con la fornicación y que no coman sangre ni animales estrangulados. Porque durante muchas generaciones, en la sinagoga de cada ciudad, han leído a Moisés todos los sábados y lo han explicado.”
SALMO 95.
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones. Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre. R. Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R. Decid a los pueblos: “El Señor es rey, él afianzó el orbe, y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente.” R.
Fray Luis Galindo,O.P.