La Palabra del día 05 de noviembre del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:31 pm
Lc 15 es una de las páginas más bellas de toda la Escritura, que nos manifiesta cómo es el corazón de Dios nuestro Padre.Evangelio del jueves: Lucas 15,1-10. En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: "Ése acoge a los pecadores y come con ellos." Jesús les dijo esta parábola: "Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: "¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido." Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas para decirles "¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido." Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta."
Reflexión. La bondad y la misericordia son actitudes propias de los verdaderos hijos e hijas de Dios.
1. Persona fascinante. Jesús tenía una personalidad que fascinaba a todos. Los publicanos, pecadores y personas marginadas se acercaban a él para oírle, porque no eran acusados, reprochados, ni juzgados por él. Esta actitud no gustaba a los fariseos y escribas que se consideraban los buenos y tenían a los demás por indignos y rechazados de Dios.
2. Tres parábolas. Ante esta actitud, el Señor cuenta tres parábolas enlazadas con la palabra: perdida/o. En ellas muestra que Dios busca a sus hijos, a cada uno, como si fuese único, y una vez encontrado, su alegría es inmensa. Jesús al acercarse a todos, en especial a los enfermos y pecadores, busca alegrar el corazón del Padre, recobrando hijos perdidos.
- Como hijos recobrados por Jesús para Dios, hemos de acoger y tratar a todos con bondad y misericordia, sin creernos buenos, ni mejores o superiores a nadie. Ten un feliz día.
Romanos 14,7-12. Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor. Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos. Tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? Y tú, ¿por qué desprecias a tu hermano? Todos compareceremos ante el tribunal de Dios, porque está escrito: "Por mi vida, dice el Señor, ante mí se doblará toda rodilla, a mí me alabará toda lengua." Por eso, cada uno dará cuenta a Dios de sí mismo.
Salmo 26. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? R. Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo. R. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R.
Fray Luis Galindo,O.P.