La Palabra del día 05 de diciembre del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:36 pm
anunciando el Evangelio del reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies. Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. A estos doce los envió con estas instrucciones: Id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis.Reflexión. La compasión es una característica especial de Dios en la Escritura y es también un rasgo fundamental de la personalidad de Jesús.
1. Recorría anunciando y curando. Las actividades más importantes de Jesús en su vida pública eran: anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios y curar todas las enfermedades y dolencias de las personas.
2. Se compadecía. Son muchos los que el Señor encuentra en su camino, y los que vienen para oírle y para ser curados. Todos le necesitan, en él encuentran la fuerza para enfrentar sus dificultades y Jesús se compadece de todos.
3. Mies abundante. Jesús no quiere hacer sólo la tarea, compromete a todos sus seguidores con con el anuncio de la Buena Nueva y la curación de los males del ser humano. Por esto pide oración por los misioneros y los envía a trabajar en su mies.
- Somos beneficiarios de la misión compasiva del Señor, a la vez, él nos pide adquirir su actitud compasiva para ser portadores de su Palabra y de su salud para todos. Ten un feliz día.
Isaías 30,19-21.23-26. Así dice el Señor, el Santo de Israel: "Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, no tendrás que llorar, porque se apiadará a la voz de tu gemido: apenas te oiga, te responderá. Aunque el Señor te dé el pan medido y el agua tasada, ya no se esconderá tu Maestro, tus ojos verán a tu Maestro. Si te desvías a la derecha o a la izquierda, tus oídos oirán una palabra a la espalda: "Éste es el camino, camina por él." Te dará lluvia para la semilla que siembras en el campo, y el grano de la cosecha del campo será rico y sustancioso; aquel día, tus ganados pastarán en anchas praderas; los bueyes y asnos que trabajan en el campo comerán forraje fermentado, aventado con bieldo y horquilla. En todo monte elevado, en toda colina alta, habrá ríos y cauces de agua el día de la gran matanza, cuando caigan las torres. La luz de la Cándida será como la luz del Ardiente, y la luz del Ardiente será siete veces mayor, cuando el Señor vende la herida de su pueblo y cure la llaga de su golpe."
Salmo 146. Dichosos los que esperan en el Señor. Alabad al Señor, que la música es buena; nuestro Dios merece una alabanza armoniosa. El Señor reconstruye Jerusalén, reúne a los deportados de Israel. R. Él sana los corazones destrozados, venda sus heridas. Cuenta el número de las estrellas, a cada una la llama por su nombre. R. Nuestro Señor es grande y poderoso, su sabiduría no tiene medida. El Señor sostiene a los humildes, humilla hasta el polvo a los malvados. R.
Fray Luis Galindo,O.P.