Huarac hurán: un viaje al extremo de la pobreza
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:25:09 pm
las niñas sugerían una Bratz o una Barbie. Los regalos de navidad en la costa peruana se piden en marcas, diseños y modelos. Pero para los niños de uno de las tantas comunidades campesinas de nuestra región, es todo prodigio entonar las melodías de la única canción que se saben en castellano: la escuelita.En los pueblos rurales del Perú, los rezos y deseos se traducen en súplicas por dádivas, como la lluvia, que alimente sus tierras estériles y nutra sus campos para prepararlo para la siembra en las temporadas de invierno.
Es el caso de uno de los caseríos del Distrito de Pamparomás, Huarac hurán, ubicado aproximadamente a 3 800 m.s.n.m. y cuya población está conformada por casi 40 familias de 5 a 10 integrantes. Las principales actividades en la zona son la agricultura y el pastoreo; pero la adversidad más grande al que se deben enfrentar los pobladores, cada mañana, tarde y noche, es la carencia del líquido elemento, que solo baja como un regalo navideño en el mes de la solidaridad y se extiende hasta los primeros días de mayo.
Entre la niebla y el frio inicio de un invierno que promete ser implacable y benévolo con cada lugareño, los vestidos de colores llamativos de las niñas, alegran la triste mirada de la tierra inhóspita reflejada en los ojos de los niños y los hombres. La esperanza por un futuro mejor se teje en la voluntad de los pequeños cuando asisten a sus clases.
En Huarac hurán el tiempo se detiene así como las alegrías de las niñas cuando reciben el regalo del cielo y riega sus campos de cultivo. Aun ellas, se sueñan abogadas para defender a sus familias y vecinos de las injusticias, quieren ser doctoras para tratar la enfermedad de la madre o el padre que yace en el abandono a falta de salud y se visualizan como docentes para enseñar a los niños y ofrecerles mejores oportunidades de vida.
La escuela del caserío de Huarac Hurán es impulsada por la red de Fe y Alegría N° 54 que, desde el 2000, ayuda a las comunidades rurales con gestiones e iniciativas a favor de la educación como una prioridad para la niñez y la adolescencia. La respuesta de los grupos establecidos en el caserío no siempre ha sido favorable, pero se observa una mejoría en estos últimos años con la asistencia continua de los estudiantes a su centro escolar.
Más de 50 alumnos frecuentan las aulas de primaria en Huarac Hurán, y aunque el idioma es una dificultad que salta a los oídos de los docentes y visitantes, no es un motivo que pueda frenar los sueños y anhelos de estos pequeños que tienen los mismos derechos que una persona en edad escolar, de cualquier ciudad, para acceder a la educación.
Para cualquier visitante que quiera conocer la realidad de esta comunidad más de cerca, le espera una caminata, cuesta arriba, de casi tres horas. Y los pedidos de los colegiales serán los mismos: Lluvia, agua, carritos y muñecas.
Si la navidad no ha llegado a Huarac Hurán, cada chimbotano puede ser el milagro y la navidad para más de un centenar y medio de distintas voces que esperan por aquello que ruegan cada año y durante muchas horas de esperanza.
¡Navidad es solidaridad y bondad!
Escucha el audio de este informe:
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