Este acoge a los pecadores y come con ellos
Creado el Domingo, 11 de Septiembre del 2016 02:17:05 am
Lucas 15:1-32
1Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a él para oírle,2y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este acoge a los pecadores y come con ellos.»3Entonces les dijo esta parábola.4«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra?5Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros;6y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido."7Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión.8«O, ¿qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra?9Y cuando la encuentra, convoca a las amigas y vecinas, y dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido."10Del mismo modo, os digo, se produce alegría ante los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.»11Dijo: «Un hombre tenía dos hijos;12y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda.13Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino.14«Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad.15Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos.16Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba.17Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre!18Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti.19Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros."20Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vió su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente.21El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo."22Pero el padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies.23Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta,24porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado." Y comenzaron la fiesta.25«Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas;26y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.27El le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano."28El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba.29Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos;30y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!"31«Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo;32pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado."»