El verdadero poder es el servicio, decía el Papa hace hoy un año, en el inicio de su ministerio petrino
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:27:05 pm
su homilía de la solemne Misa presidida con motivo del inicio de su ministerio petrino, en una plaza de San Pedro abarrotada de fieles de numerosos países, a los cuales el Obispo de Roma les indicaba, en el día de su fiesta, el modelo de San José, custodio de María y de Jesús y de toda la Iglesia, tal como lo había subrayado ya el beato Juan Pablo II.El Papa Francisco recordaba asimismo a su predecesor, Joseph Ratzinger, entre los aplausos de más de 200 mil personas, en el día de su onomástico.
Y afirmaba que la vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, porque corresponde a todos los hombres, porque es custodiar toda la creación, es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos.
Es custodiar cada uno, con amor, especialmente a los niños, a los ancianos, a quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón. ¡Sean custodios de los dones de Dios! Pedía hace un año el Papa Francisco, dirigiéndose a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, porque cuando falta esta responsabilidad “entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido”.
Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. Y añadía: “No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor”.
“Cristo ha dado un poder a Pedro, concluía el Papa su homilía de la Misa celebrada por el inicio de su pontificado, pero el verdadero poder es el servicio, y el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz. Sólo quien sirve con amor sabe custodiar”.