LA COLUMNA DEL DÍA | Vacuna de la COVID-19: un recuerdo de la Guerra Fría
Creado el Viernes, 14 de Agosto del 2020 10:15:17 am
Rusia quiere dar un gran paso frente al avance de la pandemia. Como se ha venido comunicando, el presidente Vladimir Putin ha sido enfático al anunciar que su país es el primero en todo el mundo en conseguir una vacuna contra la COVID-19, la misma que se ha probado incluso entre los miembros de su familia y que pronto será de amplia distribución. La vacuna Sputnik V será aplicada en primer lugar en la población de alto riesgo como niños y personas de la tercera edad y luego en el resto de la ciudadanía desde enero del año venidero.
Pero, ¿es realmente fiable este posible avance? Hay muchas dudas al respecto. No solo porque la Fase III de prueba en relación a los ensayos con poblaciones numerosas para examinar su efectividad y efectos secundarios no tiene el sustento científico suficiente, también lo es por su riesgo en los organismos receptores. Por su parte tanto la comunidad científica internacional como la OMS mantienen una posición escéptica.
La pronta llegada de esta todavía no comprobada vacuna rememora las fricciones por la carrera espacial en la segunda mitad del siglo pasado y, sobre todo, la carrera armamentista nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética (URSS). Viejas memorias de la Guerra Fría que hoy toma un lugar particular en la agenda internacional.
Cuando distintos expertos pronostican una cura en la primera mitad del año próximo, Rusia parece querer decirle al mundo que no solo Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Francia tienen progresos, sino que ellos también pueden, incluso con una menor capacidad, dar cuenta de su presencia e influencia. Así pues, la reciente información funciona con una alta carga políticamente declarativa que busca condicionar el escenario geopolítico.
Las notables tensiones entre Washington y Pekín han polarizado la escena internacional y, por algún momento, dejaron de lado a otros actores internacionales. El avance en las sanciones económicas, las divisiones, el apoyo respectivo a otros países, así como el camino de China en la construcción de su impulso financiero, tecnológico y logístico en distintas regiones del mundo visibilizaron una nueva y consolidada disputa entre oriente y occidente. El estudio de las relaciones internacionales hace lo propio cuando el idealismo y realismo político contribuyen al análisis de dicho objeto de estudio.
En ese contexto las palabras desde el Kremlin quieren jugar un papel importante debido a la urgencia de la vacuna, y porque llegan como en 1957, luego de aquella misión que logró orbitar por primera vez un satélite en el espacio: tomando por sorpresa a todo occidente. En el ánimo de “llegar primero”, Putin ha tomado una decisión arriesgada y que solo será validada con los resultados de la Sputnik V.
Como recuerda Zubok, “la contradicción que destruyó a la URSS fue su capacidad para colocar a un hombre en el espacio y su incapacidad para proporcionar una calidad de vida digna a sus ciudadanos capaz de competir con el capitalismo occidental”. Esperemos que ese mismo ánimo no se repita, que los países proporcionen una capacidad para librarnos del virus, nunca dejando atrás la calidad de vida de la población mundial.
* Diego Mendoza Franco es ingeniero industrial, egresado del Programa de Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública de la PUCP y el CAF, coordinador del Círculo de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos Aleph, promotor de los ODS por el Senado de Buenos Aires, Parlamentario Joven Nacional y activista social.