LA COLUMNA DEL DÍA | Un Congreso sin pena ni gloria
Creado el Martes, 22 de Febrero del 2022 10:49:26 pm
El Congreso –o Parlamento– en el Perú y en el mundo constituye el mayor foro político donde se debaten ideas y los temas de fondo de una nación. Es impensable que un país que levanta las banderas de la democracia, del estado de derecho, de la defensa irrestricta de los derechos humanos, de la justicia y la libertad, no tenga al Congreso como la institución tutelar de la democracia.
El Congreso de la República es, en esencia, la casa de la democracia, donde las hijas e hijos más esclarecidos de la nación se reúnen para debatir, cuestionar, proponer y encausar los problemas y los sueños de grandeza de un país con una historia inigualable como el Perú.
El Congreso de la República, como primer poder del Estado, expresa la soberanía y pluralidad política de la República. Es el órgano que representa a todas las sangres y a todas las voces de la nación. Tiene como funciones principales la representación de la nación, la dación de leyes y la permanente fiscalización y control político, orientados al desarrollo económico y social del país.
El Congreso de la República a través de su historia ha tenido entre sus miembros a los políticos más destacados, como Miguel Grau y Seminario, Raúl Porras Barrenechea, Víctor Raúl Haya de la Torre, Luis Alberto Sánchez, Ernesto Alayza, Javier Alva Orlandini, Javier Diez Canseco, Carlos Malpica y Enrique Bernales, entre tantas connotadas personalidades que han sido y son referentes del parlamento nacional.
Hoy, lamentablemente con la crisis de los partidos y una clase política desprestigiada y de espaldas a la realidad nacional y local, se siente a kilómetros la ausencia de liderazgo y de personalidades con trayectoria que se pongan al servicio de la comunidad, especialmente de los más humildes.
Hoy, en medio de la más grave crisis sanitaria y política, se siente la ausencia de un Congreso de polendas, que lidere la lucha contra la corrupción, que eleve el debate político y que ponga sobre la mesa los temas gravitantes para enderezar el rumbo y evitar que nuestro país se vaya al diablo.
Al Congreso de hoy le importa un comino poner en debate los temas trascendentes, como por ejemplo: 1) El sistema unificado de salud para que los hospitales de EsSalud y del Minsa o Diresas se modernicen y se pongan al servicio de los ciudadanos, 2) La mejora de la calidad educativa para tener niños y niñas con altos estándares de aprendizajes, 3) Reingeniería del proceso de descentralización y regionalización que hoy se encuentra abandonado a su suerte, 4) Reforma total y modernización de los partidos políticos, 5) Reforma total del sistema de justicia entre otros.
Hoy no solo tenemos un Poder Ejecutivo incompetente y sin brújula; también tenemos un Congreso mediocre que no da la talla, una presidenta del Congreso desubicada y, salvo honrosas excepciones, congresistas que se la pasan silbando, que no conocen la realidad de sus regiones y menos la realidad del país para transformarla.
La política tiene que cambiar, es el momento que una nueva hornada de jóvenes incursionen en el quehacer político, para reconstruir el Congreso desde sus cimientos y, más temprano que tarde, tengamos un presidente o presidenta que dignifique la historia de este país milenario.
* Gabriel Mejía Duclós es ingeniero agrícola con especialización en ingeniería de recursos agua y tierra, 25 años de experiencia en gerencia y dirección de instituciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo social, económico y gestión ambiental, ex candidato a la Gobernación Regional de Áncash