LA COLUMNA DEL DÍA | Si los exgobernadores están presos o acusados, ¿por qué los exconsejeros no?
Creado el Viernes, 15 de Septiembre del 2023 01:14:23 pm
Hoy empiezo con algunas interrogantes para exponer mi punto: si a usted le pagan para vigilar una casa y nota que la están robando, ¿se queda mirando y hace como que no vio porque tiene miedo? ¿Le dice al ladrón ‘cómo es la mía’, se hace el desentendido y lo deja ir? O, por el contrario, aunque no pueda impedirlo, ¿al menos avisa, da a conocer a los dueños que hubo un robo ya que a usted le pagan para evitarlo? Desde la otra perspectiva, si usted se entera de que le robaron y la persona que usted contrató para vigilar su casa se vuelve complice activo o pasivo del latrocinio al no comunicarle pese a que estaba presente cuando le robaron, ¿a quién denuncia? ¿Solo al que robó o tambien al que se lo permitió?
Cuando algún consejero de los que hemos tenido –actualmente no se nota aún– “presumía” de su función fiscalizadora y anunciaba su “temible labor”, resultaba luego que, gratuitamente, por no decir sospechosamente, todo ese ímpetu se disipaba, como si la corrupción hubiera desparecido tras su anuncio de fiscalizar. Otros fueron ciegos sordos y mudos; más conscientes de sus compromisos con el gobernante, solo levantaban la mano y hasta fungían de escuderos.
El artículo 15, inciso k, de la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales establece como atribuciones del consejo regional “fiscalizar la gestión y conducta pública de los funcionarios del gobierno regional y, dentro de ello, llevar a cabo investigaciones sobre cualquier asunto de interés público regional; asimismo, la misma ley citada en su artículo 16 prescribe como derechos y obligaciones funcionales de los consejeros regionales “proponer normas y acuerdos regionales y fiscalizar los actos de los órganos de dirección y administración del gobierno regional u otros de interés general”.
Por otro lado, la misma Ley Orgánica de Gobiernos Regionales señala en su artículo 17, inciso b, que “los consejeros regionales son responsables, solidariamente, por los acuerdos que adopten, salvo que dejen expresa constancia de su voto en contra”, y el artículo 75, sobre el régimen de fiscalización y control, precisa que “el gobierno regional está sujeto a la fiscalización permanente del Congreso de la República, del consejo regional y de la ciudadanía, conforme a ley y al reglamento del consejo regional”.
La región Áncash se ha caracterizado por la inestabilidad política y el sucesivo encarcelamiento de sus gobernantes regionales. Desde 2003 hasta la fecha se han sucedido, entre titulares y suplentes, 11. Desde entonces todos los gobernadores ganadores de elecciones, excepto el actual, que es nuevo, están o estuvieron presos; a ellos se suman dos que tuvieron la condición de encargados. De los electos, todos fueron procesados por corrupción, aunque uno de ellos por delitos cometidos como alcalde. Los que los remplazaron tienen denuncias, pero todavía no han pisado la cárcel.
Si la ley establece que los consejeros regionales deben fiscalizar la gestión regional si son responsabes por los acuerdos que toman, y si los ex gobernadores regionales están o estuvieron presos por corrupción –algunos incluso contaron con votación del consejo regional–, cabe preguntarse entonces: ¿si los gobernadores fueron procesados por corrupción, por qué los consejeros no? ¿Qué hicieron los consejeros regionales cuando los gobernadores cometieron actos de corrupción? ¿Los consejeros regionales no se dieron cuenta o algo les nubló la vista? ¿Si los consejeros omitieron su función de fiscalización han cometido delito de omisón de funciones? ¿Por qué ningún fiscal los investigó por permitir la corrupción? Y por último, ¿por qué los electores y la población no se pronuncian? Y peor aun, ¿por qué algunos son elegidos nuevamente como autoridades?
Desde que se inició la elección regional la historia se ha repetido, tanto así que entre otros que solucionaron su vida, hay un exconsejero ha vivido del cargo por 15 años sin haber trabajado nunca en su vida, y hoy disfruta más que usted y muchos que se matan a diario por un sueldo mínimo .
Igual que en el ejemplo inicial en que se contrata vigilantes para cuidar la casa, en la región la población contrata consejeros regionales para fiscalizar y evitar hechos de corrupción de parte de gobernadores y funcionarios; sin embargo, los gobernadores pisaron cárcel y los que les permitiron actos considerados de corrupción, no; al parecer, igual que el vigilante que dijo cuál es la mía o tuvo miedo pero igual permitió robar y calló el robo, los consejeros son tan culpables como el autor principal. Como diría Kiko en el Chavo del 8: qué cosas, ¿no? ¿Usted cree que solo los gobernadores tienen responsabilidad, mientras los ingenuos consejeros no se dieron cuenta? Para que la historia no se siga repitiendo, usted como ciudadano, como elector, tiene la palabra y el poder de cambiarla.
* Miguel Arista Cueva es docente y abogado. Consultor, conferencista, especialista en gestión pública, educación y derecho administrativo. Fue director regional de Educación de Áncash y del Colegio de Alto Rendimiento de Cajamarca.